Una sociedad en miedo
Ruddy L. González
Los dominicanos somos una sociedad llena de miedos.
La gente no sabe a qué temerle más, si a los delincuentes o a la autoridad, o a la actitud de la reacción de violencia de la gente en el tráfico, en un parqueo o caminando por cualquier calle. La gente no se siente segura ni en sus casas. Desconfía de todo el que se le acerca. Teme ser víctima de los delincuentes, pero también teme a los policías.
El escándalo generado por la muerte violenta de David de los Santos ha puesto la mira, nueva vez, en la actuación violenta, ilegal, criminal de agentes de la Policía, una materia pendiente en la que hemos reprobado como sociedad en los últimos 60 años de democracia. No en balde en todas las encuestas en que se evalúan los principales temas que afectan a la gente, el primer lugar lo ocupa, invariablemente, la seguridad ciudadana. Los múltiples programas de seguridad puestos en marcha por los gobiernos de los últimos años, han sido un fracaso. Mucha publicidad, mucho bulto, muchas declaraciones, pero la gente sigue viviendo presa de miedo, en barrios y residenciales azotados por delincuentes que no tienen el menor respeto por la vida. Pero la gente tampoco confía en los policías, como guardianes de su seguridad. Somos una sociedad atrapada, altamente violenta y peligrosa. Compararla con otras naciones no es consuelo. Es simple propaganda. De ahí que la gente ve como una utopía la reforma a la Policía y el control de la delincuencia. Y, por tanto, no se ven soluciones.Tenemos miedo. Y las buenas intenciones, no cambian esa realidad.