Uno de cada cuatro ucranianos obligado a abandonar su hogar
Marzo 2022
GINEBRA – Más de 10 millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares a causa de la guerra en Ucrania, y de ellas al menos 3,5 millones han cruzado las fronteras hacia países vecinos, destacó un nuevo reporte de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
António Vitorino, director general de la OIM, dijo que “la magnitud del sufrimiento humano y del desplazamiento forzoso debido a la guerra supera con creces cualquier previsión del peor caso. Necesitamos que cesen las hostilidades para poder llegar a las personas en las zonas gravemente afectadas”.
Las agencias de las Naciones Unidas reportan que cientos de miles de civiles están atrapados por el conflicto en ciudades del este, noreste y sur de Ucrania, como Chernígov, Sumy, Járkov, Izium, Donetsk, Mykolaiv y Mariúpol.
De los 44 millones de habitantes de Ucrania, más de 30 millones habitan en sus ciudades.
La OIM indicó que 13,5 % de los nuevos desplazados ya tuvieron una experiencia previa de ese tipo en 2014-2015, durante el conflicto por la anexión a Rusia de la península de Crimea y el respaldo militar ruso a los separatistas de las regiones de Luhansk y Donetsk, en el este ucraniano.
“Muchos de los desplazados son especialmente vulnerables, mujeres embarazadas y lactantes, personas mayores, con discapacidades, enfermedades crónicas y personas directamente afectadas por la violencia”, indicó un comunicado de la OIM.
“Desde hace más de dos semanas, la ciudad de Mariúpol está rodeada por el ejército ruso, que la bombardea y ataca sin descanso. ¿Para qué? Aunque Mariúpol caiga, Ucrania no puede ser conquistada ciudad por ciudad, calle por calle, casa por casa. El único resultado de todo esto es más sufrimiento, más destrucción y más horror”: António Guterres.
Más de 60 % de los responsables de cada familia están acompañados por niños, más de 53 % de los desplazados dentro de Ucrania son mujeres, y unos 186 000 son nacionales de terceros países.
Las necesidades más apremiantes son los medicamentos, los servicios sanitarios y los recursos financieros, y las agencias de la ONU multiplican sus llamados para obtener financiación internacional con la cual atender el torrente migratorio.
Organizaciones humanitarias están preocupadas por los riesgos de trata de personas y explotación sexual, lo que requiere entregar información contrastada y segura a las personas forzadas a desplazarse.
Por su parte, la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) ha registrado, hasta el 21 de marzo, 2421 víctimas civiles desde que comenzó la invasión de fuerzas rusas el 24 de febrero.
De ellos, 925 son muertos (183 hombres, 137 mujeres, 11 niñas y 25 niños, así como 39 niños y 530 adultos cuyo sexo aún no se había informado), y 1496 heridos (163 hombres, 124 mujeres, 22 niñas y 17 niños, así como 60 niños y 1110 adultos cuyo sexo aún se desconoce).
La mayoría de las víctimas civiles registradas fueron causadas por el uso de armas explosivas con amplia área de impacto, incluyendo bombardeos de artillería pesada y sistemas de cohetes de lanzamiento múltiple, y ataques aéreos y con misiles.
Acnudh considera que “las cifras reales son considerablemente más altas, sobre todo en el territorio controlado por el Gobierno y especialmente en los últimos días, ya que se ha retrasado la recepción de información procedente de algunas localidades en las que se han producido intensas hostilidades”.
La guerra en Ucrania “no va a ninguna parte, pero va rápido. Se está intensificando, volviéndose más destructiva e impredecible a cada momento”, deploró en una nueva declaración el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres.
“Desde hace más de dos semanas, la ciudad de Mariúpol está rodeada por el ejército ruso, que la bombardea y ataca sin descanso. ¿Para qué? Aunque Mariúpol caiga, Ucrania no puede ser conquistada ciudad por ciudad, calle por calle, casa por casa”, dijo Guterres.
“El único resultado de todo esto es más sufrimiento, más destrucción y más horror hasta donde alcanza la vista”, concluyó el secretario general.
IPS/Noticias