Víctor Castro: “La corrupción y las malas prácticas no deben llevarse el dinero de los niños”

SANTO DOMINGO, 21 Feb – El director del Instituto Nacional de Bienestar Estudiantil (Inabie), Víctor Castro Izquierdo, un empresario de exitosa trayectoria, quien llegó a la política inspirado en el deseo de que se impulse un plan de nación, dijo estar enfocado en transformar esta institución, que brinda un servicio importante y sensible, como es el área infantil.

“Tenemos que construir un nuevo Inabie, donde la corrupción no se coma el dinero de los muchachos, que fue lo que sucedió; no podemos repetir las acciones del pasado y tratar que este presupuesto, que es el de diez ministerios, vaya a los niños”, comentó el funcionario, comprometido con el desarrollo de la nación.

Es ingeniero químico, egresado de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, y desde joven se ligó a los movimientos sociales dada la relación de su padre con Manolo Tavárez Justo, quien de agricultor pasó a gerenciar a jugadores de béisbol, algunos que llegaron a Grandes Ligas.

No siguió esa actividad y se inclinó por los negocios.
Entre sus logros empresariales, de unos 40 años de labor, creó una marca líder en el mantenimiento de vehículos en el país. Alcanzó la presidencia de la Asociación de Industriales de Herrera, que lo inspiró más a servirle al país, igual que ha hecho el senador Antonio Taveras, de la Provincia Santo Domingo.

Castro llegó al Inabie tras una petición que le hiciera el presidente Luis Abinader, a quien conoció hace 20 años.

Se afilió a un partido alter nativo con el interés de tener representación, de ahí las peticiones de políticos de integrarlo a sus planes

Marcha Verde
Fue recaudador de fondos para la Marcha Verde y por igual participó en la multitudinaria manifestación en contra de la reelección en la Plaza de la Bandera; dijo que está dispuesto a volver a las manifestaciones sí pasa algo que perjudique al país.

Planes Inabie
Al margen de la reeorganización de la entidad, que incluye la restructuración orgánica, tiene la mira en fortalecer el bienestar de estudiantes.

“En recursos humanos, donde tenemos más de mil empleados, queremos convertirlo en dirección. Compras lo estamos escalando a dirección; Jurídica que trabaja más de 4 mil 300 contratos anual, igual, porque necesitamos una estructura robusta para manejar unos RD$30,000 millones”, detalló Castro.

Especificó que esas acciones son para transparentar el manejo de 1.3 millones de porciones de alimentos diario que entrega la institución.

Se proponen eficientizar la salud integral, que incluye servicios odontológicos, auditivos y visuales. Contempla mejorar los servicios de ayuda psicológicos para acompañar a los niños y niñas a superar situaciones y dificultades emocionales. Implementar un plan de desparasitación que impacte a los 2.8 millones de estudiantes, por entender que tendrían un mejor rendimiento de su coeficiente intelectual.

Módulos de salud
Dijo que este año se aprestan a alcanzar los 102 módulos de salud integral, de los cuales existen muchos en la zona sur y ahora pasarán a la parte Este.

“Los niños no solo necesitan alimentos, hay muchos que son sordos o ciegos, y nosotros atendemos esas demandas”, detalló Castro, tras especificar que instalarán 32 nuevos espacios para el Noroeste y Cibao Central.

Proyecta acciones para retomar el turismo estudiantil que promueve la salud psicológica y cultura, y crear alianzas con la Universidad Autónoma de Santo Domingo, con la que se siente en deuda porque su progreso se lo debe a los conocimientos que alcanzó en esa casa de estudios.

Castro, un emprendedor desde niño
Trayectoria Víctor Castro es oriundo de Villa Vásquez, Montecristi. Emprendedor desde los nueve años, cuando empezó a limpiar zapatos en un puesto fijo e iban sus clientes. En el bachillerato montó a una paletera a la que le creó una sucursal, luego se convirtió en financiero, prestando de a RD$5 a profesores, fue su “tercera empresa”

. Esa dinámica la mantuvo un año después de iniciarse en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, donde se hizo químico y concomitante trabajó en un laboratorio de jabón, se propuso una fábrica de estos, pero no se le dio.

De ahí pasó a jabonería Valencia, en Santiago. Más tarde vino al sector de Herrera, puso una pequeña fábrica de baterías y, años más tarde a partir de una convención en Las Vegas, creó el coolant Premium, líder al nivel local.

Fuente: El Día

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