117-112: Un triple-doble de Doncic y una lluvia de triples tumban a Portland
Dallas Mavericks, con una lluvia de triples al final, regresó al camino de la victoria este sábado imponiéndose a un duro rival como Portland Trail Blazers (117-112). De nuevo, Luka Doncic fue el líder en lo estadístico, en el carácter y en minutos disputados.
Comentaba Jason Kidd esta semana que le preocupaba la cantidad de minutos que estaba teniendo que utilizar a su estrella de 23 años, pero ante los Blazers Doncic volvió a ser necesario casi 40 minutos (concretamente 38).
Y los números no mienten.
Doncic firmó el cuarto triple-doble de su carrera sumando al menos 40 puntos al conseguir esta noche 42 tantos con 13 rebotes y 10 asistencias.
En los Blazers, el máximo anotador fue Jerami Grant con 37 puntos y 6 rebotes y también destacó Damian Lillard con 29 puntos, 7 rebotes y 12 asistencias.
DALLAS SE RECUPERA
Los Mavericks volvían al American Airlines Center tras sufrir, por primera vez en la temporada, dos derrotas consecutivas (Orlando y Washington). Esa debilidad se pudo apreciar al inicio del partido.
El encuentro comenzaba con un parcial de Portland de 0-7 que forzó el tiempo muerto de Kidd para hacer reaccionar a los suyos y se mostraron más sólidos en ambos lados de la cancha para devolvérselo con un 9-0.
El primer cuarto fue para los locales (35-25), principalmente por lo que pudo sumar la segunda unidad -10 puntos desde el banquillo- y porque 16 de sus 35 puntos llegaron desde la pintura.
Un gran cierre de periodo, con Doncic como protagonista, anotando y también asistiendo a compañeros como Christian Wood.
Kidd da mucha libertad en el tiro exterior y, cuando se inspiran, los Mavericks pueden hacer mucho daño al rival.
Lo sufrió Portland en el regreso a la cancha con un parcial de 11-2.
Dos triples seguidos de Tim Hardaway Jr y uno más de Spencer Dinwiddie disparaban en el luminoso a los Mavericks hasta 16 arriba, que sería a la postre la máxima ventaja de todo el partido.
No tiró la toalla Portland, que recuperó sensaciones pero no en la habitual figura de Lillard sino en un Grant excelso con 10 puntos anotados casi de manera consecutiva.
Él mismo culminó la remontada de Portland con un triple a un minuto del descanso que rompía la hegemonía local.
Perdieron el control del partido los Mavs y también la calma Doncic, que recibió una técnica por protestar.
Una última canasta del esloveno cerraba la primera mitad con una mínima ventaja para los locales (59-57).
En el tercer cuarto bajó la efectividad en el triple de unos Mavericks que seguían tirando sin complejos y mejoró notablemente el colectivo de Portland.
Así, los Blazers se situaron de nuevo arriba en el marcador aunque nunca con una clara ventaja.
Lillard seguía sumando junto a Grant y comenzaba también a aportar un Anfernee Simons (24 puntos y 7 rebotes) que completaba un juego exterior muy fiable y difícil de detener para la defensa texana.
La igualdad marcó la segunda parte y el 85-88 se reflejaba en el videomarcador a falta de los últimos doce minutos.
Una bandeja de Doncic puso por primera vez en mucho tiempo a Dallas dominando el marcador (99-98) a cinco para el final y repitió bajo el aro para llevarlo al 101-98 que forzaba el tiempo muerto de Chauncey Billups.
Portland tenía que demostrar un día más por qué es uno de los equipos NBA que mejor juegan los últimos periodos.
Pero en el resto de partidos no habían sufrido ni a un Doncic inspirado ni tampoco una lluvia de triples que resultó definitiva.
Tres triples de Dinwiddie, que terminaría el partido con 6 de 8 desde el perímetro y 20 puntos anotados, y uno más de Dorian Finney-Smith sellaron un parcial de 12-2 en apenas dos minutos.
Con uno tan solo por jugarse, Lillard acudió a la línea de tiros libres y falló, la indicación definitiva de que Portland ya estaba sin opciones.
Tras el partido, Doncic resaltó el valor de la victoria ante un gran rival.
«Sólo habían perdido un partido fuera de casa, juegan bien, son un gran equipo. Nosotros veníamos de dos derrotas muy duras, casi sin tiempo para recuperar, sólo volvimos y jugamos. Pero cuando jugamos así es difícil ganarnos», afirmó a la retransmisión estadounidense.
EFE
