Apostemos por la diplomacia

Jeovanny Terrero

El primer cuarto del pasado siglo contempló un gran ensayo pacifista, a raíz de la terminación de la Primera Guerra Mundial con la creación de la Sociedad de Naciones en 1919. Su primordial objetivo era mantener la paz, como garantías mutuas a los grandes y pequeños estados, pero ese esfuerzo por preservar la paz internacional fracasó poco después.

El mundo perdió así la batalla por la paz, y se vio envuelto desde 1939 en los horrores de la más despiadada contienda bélica de la historia, la Segunda Guerra Mundial que arrojó después de seis años trágicos, el balance de destrucción de millones de vidas, de mutilados y heridos.

La Sociedad de Naciones fue disuelta al término de la Segunda Guerra Mundial y nació la Organización de las Naciones Unidas (ONU), denominada para ese tiempo como la más vasta asociación internacional en la historia de la humanidad, y su fin primordial es evitar la guerra.

Todo esto significa que el sistema de la sociedad internacional persigue el mantenimiento por la paz y la seguridad internacional, ya que la guerra no puede ser admitido como medio de lograr soluciones internacionales, porque es calificada como un delito, es decir que planear, iniciar o hacer una guerra de agresión o una guerra que viole tratados, acuerdos o garantías internacionales constituye un delito contra la paz.

Por lo tanto, todas las naciones tienen la obligación jurídica y moral de mantener y luchar por conservar la paz en el mundo, desgraciadamente la historia nos ha confirmado que ese loable deseo manifestado en textos internacionales de carácter obligatorio ha sido violado constantemente por aquellos mismos Estados que contribuyeron a su redacción.

Pero de nuevo hace unos 6 meses inició un nuevo conflicto, y es entre Rusia y Ucrania producto de las contradicciones que se dieron en la política exterior de ambos pueblos. Por un lado, Rusia quiere restaurar el poder y la extensión del territorio ruso, argumentando que Ucrania y Rusia son iguales. Por el contrario, a pesar que inicialmente Ucrania siguió las líneas políticas de Rusia, luego se orientó hacia Occidente.

Luego Rusia alega que con el ingreso de Ucrania a la OTAN, su seguridad está en peligro, y el conflicto se complicó por el respaldo que le han dado a Ucrania Estados Unidos e Inglaterra.

Los líderes recurren a la guerra como instrumento político cuando no tienen otras maneras de resolver una disputa. Maquiavelo mantenía que los diplomáticos debían estar preparados para la guerra, y en la época en la que escribió El Príncipe no dejaba de tener razón.

Para terminar, el mundo se enfrenta en estos momentos a la mayor crisis de paz y seguridad, con esta guerra entre Rusia y Ucrania, esperemos que se produzca un cese al fuego para evitar más muertes y una colisión con consecuencias dramáticas para todos, que ya se siente, y apostemos por la paz negociada, y la diplomacia que debe ser la soluciones a las tensiones.

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