Bancos centrales encarecen más el dinero en año que termina

Arturo Martínez Moya

La elevada inflación mundial del 2022, que es consecuencia de aumentos al mismo tiempo de los alimentos, petróleo, gas y transporte marítimo, es un desafío para bancos centrales.

Como no hay antecedentes históricos, para encarecer más el dinero, enfriar la economía y bajar la inflación lo antes posible, sincronizan su política monetaria la Reserva Federal estadounidense, el Banco Central Europeo y otros importantes bancos centrales.

Los primeros dos subieron sus tipos de interés la semana pasada, en lugar de 0.75 puntos redujeron el ritmo a 0.50 puntos, la Reserva Federal hasta 4.50%, su objetivo es superar 5% en 2023, y 2.50% el Banco Central Europeo, también con la promesa de nuevas alzas y reducir su balance a un ritmo mensual de 15 mil millones de euro a partir de marzo.

Optan por ascenso menos brusco cuando en Estados Unidos la inflación de noviembre se redujo por quinto mes consecutivo, hasta 7.1% desde el máximo de 9.1% en junio, y en la zona euro se modera seis décimas de punto por primera vez en 17 meses, hasta 10 por ciento.

En nuestra economía desde comienzo de año los precios aflojan su presión sobre las finanzas del Gobierno y bolsillo de las familias, gracias a que dos meses antes de terminar el 2021, el Banco Central inicio el proceso de endurecimiento de su política monetaria, explica que en noviembre 2022 la inflación bajara a 7.58%, sesenta y seis décimas menos con relación a octubre, y dos puntos seis décimas con respecto al pico de 9.64% en abril de este año.

Por el Banco Central haber madrugado desde febrero la inflación mensual comenzó a ceder sin pausa, excepto en abril y junio, razón por la que no preocupa su nivel cuantitativo en noviembre.

Además, en buena medida el descenso mensual lo explica la cada vez menor inflación subyacente, inflación local, que en noviembre cerro en 6.59%, se redujo veinte y siete décimas respecto a octubre y sesenta y seis décimas comparado con el pico de 7.25% en abril.

Si la dinámica se mantiene terminara por debajo de 5% antes de finalizar la primera mitad de 2023, por lo que se entiende la pausa del Banco Central con la subida de su tasa de referencia y que inversores anticipen cercano el final del proceso.

Como el endurecimiento de la política monetaria mundial encarece la deuda y reduce las actividades, en nuestra economía los agentes económicos se preguntan: ¿Cuál es el déficit del presupuesto público que mantiene estable la razón deuda/PIB, en octubre de 46.3%? Mi respuesta, 4.3% del PIB, muy por encima del déficit promedio de 3.2% ejecutado por el Gobierno de Luis Abinader en los primeros tres años (2.9% en 2021, este año se proyecta 3.6% y 3.0% para 2023).

Finalizo esta nota explicando a mis lectores curiosos de donde sale el umbral de 4.3% del PIB. Multiplico la razón deuda pública/PIB por el crecimiento nominal de la economía como lo hace la Unión Europea para monitorear a los 27 países miembros. Uso las siguientes cifras. En número redondo, 50% para el indicador deuda pública/PIB. Crecimiento del PIB real, 5%, y para la inflación 3.5%, en ambos casos la media de la década 2012-2021.

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