Biden ha superado el tartamudeo
Naciones Unidas, 21 sep (EFE).- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a veces tartamudea. Lo hace de una manera muy sutil, arrastrando o repitiendo algunas palabras, algo que este miércoles pasó casi desapercibido en su gran discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas.
Biden, de 79 años, ha conseguido superar casi por completo la tartamudez con una gran disciplina. De niño, practicaba recitando poesía frente al espejo para detectar las expresiones faciales asociadas con la tartamudez y, ahora como presidente, planea con rigurosa antelación qué pausas va a hacer en cada discurso.
Es una técnica que aparece en la película «The King’s Speech», una de las favoritas de Biden y que retrata el ahínco con el que el rey Jorge VI de Inglaterra batalló la tartamudez para poder dar discursos por radio, como aquel crucial de 1939 en el que el Reino Unido declaró la guerra a Alemania.
El mandatario, que hace dos días asistió al funeral de la reina Isabel II, hija de Jorge VI, hizo varias pausas muy marcadas durante su gran discurso ante Naciones Unidas, el segundo de su Presidencia y que había despertado grandes expectativas por la guerra en Ucrania.
En una alocución de casi media hora en el gran escenario de la diplomacia mundial, Biden denunció que Rusia quiere borrar a Ucrania del mapa y pidió al mundo que actúe con firmeza para frenar la agresión rusa, que viola «descaradamente» los principios fundacionales de la ONU.
Aunque ha aprendido a manejar su tartamudez, a Biden las palabras le traicionan especialmente cuando está cansado, según reconoció él mismo en 2020 durante la campaña presidencial.
Su rival, el republicano Donald Trump, se burlaba del tartamudeo de Biden; pero el demócrata hacía caso omiso y, en vez de amedrentarse, atacaba a su rival por ser un «matón».
Biden ha dado varios discursos a jóvenes que tartamudean y, durante la campaña, entabló amistad con un joven de 12 años aquejado de problemas de dicción, Brayden Harrington, al que conoció en un evento en el estado de Nuevo Hampshire y quien unos meses después fue el invitado de honor en la Convención Nacional Demócrata.
«Joe Biden me hizo sentir seguro de mí mismo sobre algo que me ha molestado toda mi vida», dijo el pequeño en lo que fue uno de los discursos más emocionantes de convención.
En su casi medio siglo de carrera política, Biden ha hablado pocas veces sobre su pasado con la tartamudez y siempre que lo hace es para inspirar a otros.
Ese trastorno del habla, como ha reconocido él mismo, ha definido su carácter. Según dijo su hermana Valerie a Los Angeles Times en 2019, el tartamudeo y la lucha por superarlo ha convertido a Biden en alguien más empático, capaz de sentir una mayor compasión por el resto cuando tienen dificultades con algo.
En Estados Unidos, unos tres millones de estadounidenses padecen diferentes grados de tartamudeo, definido por la repetición involuntaria de sonidos, sílabas o palabras.
Además de Biden, otros líderes y famosos han sufrido trastornos del habla a lo largo de la historia. Ejemplos de ello son el ex primer ministro británico Winston Churchill, que tenía dificultades para pronunciar la letra «s», o la actriz Marilyn Monroe, cuya famosa voz soplada era consecuencia de sus esfuerzos por superar la tartamudez.
Beatriz Pascual Macías