CATALEJO: Cerebro y musicoterapia
Por ANULFO MATEO PEREZ
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Investigadores del Centro de Neurociencias de Cuba, han podido determinar que escuchar música repercute de manera favorable en la neuroplasticidad, condición que expresa la probada capacidad del cerebro de generar crecimiento de nuevas conexiones y la creación de nuevas neuronas.
Estudios de neuroimágenes realizados en personas de la tercera edad que han sufrido alguna enfermedad cerebral, han permitido observar el desarrollo alcanzado en el estudio del cerebro y sus conexiones interneuronales.
A estos conceptos de reputados neurocientíficos cubanos y de otras latitudes, les anteceden las opiniones del filósofo griego Platón, quien afirmara que la música era para el alma, lo que la gimnasia es para el cuerpo.
Al respecto, se conoce el “efecto Mozart” y su impacto en las personas; se asegura que escuchar música de forma habitual, sobre todo de Mozart, ayuda a desarrollar la inteligencia, vinculada a factores genéticos.
Cuando los bebés, niños y niñas escuchan música de Mozart de forma programada, podría propiciarles beneficios cognitivos, como sucede con la terapia musical a los adultos y a pacientes con daño cerebral.
En investigaciones recientes se ha podido precisar que los músicos dedicados a esa actividad tienen una mayor simetría entre los dos hemisferios cerebrales y también que el tamaño de su cerebelo es superior.
Se ha podido apreciar que esos músicos exhiben concentraciones más elevadas de materia gris en áreas motoras, auditivas y visuoespaciales, todas ellas implicadas en la producción y percepción de la música.
El Grupo de Investigación sobre Historia, Arte y Medicina de Cuba, mediante un estudio, demostró el desarrollo alcanzado en el cerebro mediante la musicoterapia, lo que ratificó la validez de este concepto.