Cuba oficializa la dolarización parcial de su economía mediante un paquete legal
La Habana, 11 Diciembre.- El Gobierno cubano publicó este jueves en la Gaceta Oficial una serie de normativas que oficializan el uso de divisas extranjeras en la isla, formalizando la dolarización creciente impulsada desde el Ejecutivo en medio de la grave crisis que sufre el país.
Las normativas afectan a todos los actores económicos, tanto personas jurídicas como naturales (excluyendo al parecer tan sólo a los trabajadores por cuenta propia o autónomos), y se refieren en repetidas ocasiones al tipo de cambio, pero no establecen una nueva tasa, como el Ejecutivo había prometido que haría en la segunda mitad de este año.
Las normativas subrayan que estas medidas son de carácter «temporal» y «hasta tanto se solucionen los desequilibrios macroeconómicos existentes» y se pueda retomar «el peso cubano como la única moneda de curso legal en el país, con el debido control por las instituciones del Estado». No obstante, no se fijan plazos concretos.
Según recogió el diario oficial Granma, la ministra presidenta del BCC, Juana Lilia Delgado, aseguró que «ahora se introduce la posibilidad de que haya otras monedas de curso legal, de conjunto con el peso cubano, a fin de que puedan emplearse en operaciones de cobros y pagos en divisas entre los actores económicos que radican en Cuba».
Este uso de las divisas empezó a ampliarse hace un año, cuando para afrontar su propia falta de recursos, el Gobierno anunció varias medidas para dolarizar parcialmente la economía, creando tiendas estatales de pago exclusivo en dólares y cobrando en esa moneda algunos trámites administrativos.
En la práctica, el dólar estadounidense y el euro, principalmente, tienen desde hace años un peso cada vez más importante en las transacciones en efectivo en la isla, debido a la elevada inflación, la fortísima depreciación del peso y la dependencia de la economía de las importaciones (suponen el 80 % de lo que se consume).
Control y asignación de divisas en Cuba
El decreto-ley 113, la resolución 140/2025 del Ministerio de Economía y Planificación (MEP), y las resoluciones 125/2025 y 126/2025 del Banco Central de Cuba (BCC) establecen un nuevo mecanismo para la gestión, el control y la asignación de divisas y una Asignación de Capacidad de Acceso a la Divisa (ACAD) para cada actor económico individual.

Granma señaló que el MEP será el encargado de autorizar «las transacciones en divisas que podrán realizarse en el país» según reglas que priorizarán las actividades de exportación, las producciones que se encadenen con el sector exportador, las que permitan sustituir importaciones, y otras que tributen al objetivo primario de incrementar los ingresos en divisas.
Las normas también prevén que el Estado retenga un 20 % de las divisas de ciertos actores y operaciones. Por ejemplo, las de ingresos por ventas mediante tarjetas internacionales y ventas a modalidades de inversión extranjera, entre otras.
Esto se añade a los esquemas de financiamiento en divisas que ya tienen ciertos actores económicos estatales, mixtos y privados (internacionales) en varios sectores.
Tarea Ordenamiento
En declaraciones a medios oficiales, el ministro de Economía y Planificación, Alonso Vázquez, afirmó que este paquete legal «viabiliza las transacciones en divisas» en Cuba, posibilidad que se eliminó con la fallida reforma monetaria de 2021 conocida como Tarea Ordenamiento.
Este cambio legal agudizó algunos problemas estructurales de la economía cubana, trabando ciertas distorsiones que atenazan al país, cuyo producto interior bruto (PIB) ha caído un 11 % en los últimos cinco años.
En concreto, aquel cambio disparó el déficit público y la inflación (que más que ha triplicado los precios oficiales desde entonces), descapitalizó bancos y empresas estatales, además de crear el contexto para la conformación de un mercado cambiario informal con un tipo de cambio muy distante del oficial.
Si el cambio oficial para personas jurídicas (24 pesos cubanos por dólar) y personas naturales (120 pesos por dólar) permanece fijado desde 2022, la tasa informal se encontraba esta jueves en los 440 pesos por billete verde estadounidense, según el medio independiente El Toque, la medida de referencia más empleada.
La isla vive además en una situación de «corralito» bancario no declarado. El sistema bancario cubano es completamente estatal.
Las autoridades cubanas limitaron el año pasado las extracciones de pesos cubanos en efectivo a personas naturales y jurídicas, y este año informaron a las empresas extranjeras y embajadas que no iban a poder disponer libremente de sus depósitos bancarios en divisas para repatriar beneficios o extraer efectivo.

