Del PLD, la corrupción y los conservadores

César Pérez

La operación Calamar, en la que apresaron los principales miembros del mayor de los entramados de corrupción hasta ahora conocido, diseñados en las altas instancias de la cúpula del PLD para mantenerse en el poder y el debate generado por la inicua inclusión del general Ramiro Matos en la Academia Dominicana de la Historia, jalonan el debate político en estos últimos días. Para tener conocimiento del origen de esos hechos, es necesario que reflexionemos sobre el conservadurismo que, en los últimos años, con altivez, levantan cabeza y reclaman para sí el monopolio exclusivo del poder y de la verdad.

Los conservadores desterraron a Duarte, fusilaron a Sánchez y otros próceres y devolvieron la República a España. Después de la Insurrección de Abril, los EEUU impusieron a Balaguer, el cual rearticuló los conservadores políticos/religioso/económicos en desbandada por los efectos de esa insurrección. Con ellos gobernó 12 años y con ellos como parte de sus activos pactó con el PLD para formar el malhadado Frente Patriótico con el objetivo de impedir el ascenso al poder al PRD de Peña Gómez, por todo lo que este significaba. Esa abigarrada convergencia política con predominio ideológico del conservadurismo constituye el pecado original del del proyecto de poder del PLD.

Fueron los conservadores quienes llevaron a Santana al Panteón Nacional, y se ubican en ese sector quienes llevaron el general Matos a la ADH. A su vez, en esencia, son progresistas, por diversas razones, quienes dentro y fuera de esa institución adversan esa inclusión. El conservadurismo dominicano se amplió y profundizó con el advenimiento del PLD con sectores venidos del progresismo y de la izquierda fueron cooptados por ese poder, convirtiéndose en apoyo técnico e “ideológico”. La deriva conservadora de nuestro país está bien incrustada en otros partidos.

Por ejemplo, en la FUPU gravita poderosamente el grupúsculo más recalcitrante del conservadurismo y en ella están ingresando personajes que vienen del sombrío litoral del general Matos, por lo cual ese partido tiende a ser otro intento de reagrupamiento del conservadurismo. También debe preocupar la presencia/incidencia de sectores conservadores en las filas del PRM. El árbol dominicano de las libertades ha sido abonado con la sangre generosa de los héroes de Luperón, del 14 de junio de 1959 y de Las Manaclas; al igual que la de los periodistas Luis Reyes Acosta, Yolanda Guzmán y Orlando Martínez, entre otros, y de aquellos que hicieron tenaz resistencia al balaguerismo.

Esos hechos, son los sirven de referencia a quienes condenamos esa soberbia de los conservadores que, entre víctimas y verdugos defienden a los verdugos y que entre la justicia y los ladrones defienden a los ladrones.

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