Desastre en almacenamiento de petróleo intensifica crisis energética cubana
Riesgo de crisis humanitaria visto mientras las autoridades evalúan los daños extensos en el centro petrolero clave del país, vital para una red eléctrica tensa
Por Anthony Harrup y Santiago Pérez
The Wall Street Journal
Cuba controló un gran incendio que se prolongó durante cinco días en su principal instalación de almacenamiento de petróleo, consumiendo cuatro de los ocho tanques y obstaculizando gravemente la capacidad del país para importar y almacenar combustible para su atribulado sistema eléctrico.
El desastre, que según el gobierno fue provocado por un rayo el 5 de agosto, destruyó la mitad de la capacidad de almacenamiento de petróleo en el puerto industrial de Matanzas, a unas 50 millas al este de la capital, La Habana. La terminal de Matanzas, con capacidad para 2,4 millones de barriles, es el principal centro logístico de Cuba para la importación, almacenamiento y distribución de combustible, y el único puerto equipado para manejar los superpetroleros utilizados para el envío de petróleo.
El incendio dejó al menos dos personas muertas y 14 bomberos desaparecidos, mientras que unas 130 personas resultaron heridas. Veintitrés personas permanecían hospitalizadas el jueves, cuatro de ellas en estado crítico. Cerca de 5.000 residentes fueron evacuados de la zona.
“Las llamas disminuyen. Queda una huella devastadora”, dijo el jueves el canciller cubano, Bruno Rodríguez.
El daño deja a la nación isleña con el problema de obtener petróleo para refinar y plantas de energía en un momento en que Cuba sufre apagones debido al envejecimiento de las plantas generadoras de electricidad y escasez de combustible.
“Esta podría ser una crisis humanitaria grave que se está gestando”, dijo Daniel Whittle, director principal del Fondo de Defensa Ambiental, un grupo de defensa con sede en EE. UU. que ha trabajado con las autoridades cubanas en temas de energía renovable y ambientales. «Estoy realmente preocupado; este es el pico del verano, una de las épocas más calurosas del año. Es temporada de huracanes”.
La conflagración fue controlada el miércoles con la ayuda de México y Venezuela. Los bomberos trabajaron el jueves para extinguir los últimos focos de fuego mientras las autoridades comenzaban a evaluar los daños.
“Es una interrupción significativa en el suministro de energía cubano. Se basaron en esto para la generación eléctrica, el transporte vehicular. Este era su súper puerto”, dijo Lee Hunt, socio general de Hunt Petty LP, una firma de asesoría en política energética.
El gobierno, con problemas de liquidez, no solo perdió una cantidad significativa de combustible, sino que ahora enfrenta el problema de cómo recibir petróleo importado.
Alrededor del 90% de la generación de electricidad de Cuba depende del petróleo, según estimaciones del Fondo de Defensa Ambiental. Los precios de la electricidad están fuertemente subsidiados por el gobierno comunista, y Cuba gasta más dinero en energía como porcentaje del producto interno bruto que la mayoría de las naciones, estima el fondo.
Además de la escasez de combustible, Cuba ha tenido problemas con sus centrales eléctricas.
“Han tenido apagones durante los últimos seis meses porque algunas de estas centrales eléctricas tienen más de 45 años”, dijo Jorge Piñón, experto en Cuba y su sector energético de la Universidad de Texas en Austin.
La compañía eléctrica estatal de Cuba dijo que con varias centrales eléctricas fuera de operación, incluida una planta grande en Matanzas, y otras en mantenimiento, esperaba un déficit de alrededor de un tercio de la demanda máxima de 3.000 megavatios de Cuba el jueves.
La crisis energética y la profunda contracción económica están alimentando el malestar social un año después de que las manifestaciones masivas barrieran el país. Este verano, los apagones se han extendido hasta por 12 horas en algunas partes de la isla. En grandes ciudades como La Habana se han implementado cortes de energía programados por horas.
Los cortes de energía significan que los cubanos no pueden usar aire acondicionado o ventiladores en el calor abrasador del verano, usar estufas eléctricas o incluso conservar alimentos. Los apagones en algunas partes de La Habana se han extendido por seis horas en los últimos días, perturbando la vida de los residentes que no pueden realizar transacciones bancarias o comprar bienes en las tiendas.
“Esto significa que las personas constantemente tienen una crisis tras otra; siempre hay un problema”, dijo Ángel Rodríguez, un contador en La Habana que no ha podido cargar su moto eléctrica.
“Es posible que tenga la mala suerte de que su tarjeta de débito se atasque en el cajero automático si hay un apagón en el momento equivocado”, agregó.
Los incendios por rayos son inusuales en las instalaciones petroleras en el Golfo de México, que cuentan con tecnología avanzada para prevenir los rayos, pero el embargo de Estados Unidos a Cuba hace que sea casi imposible que Cuba adquiera esta tecnología, dijo Hunt.
“En todas las áreas relacionadas con el sector energético de Cuba, el embargo ha obstaculizado su capacidad para operar y desempeñarse de manera equivalente a Estados Unidos o sus pares regionales”, agregó.
Las autoridades cubanas enfrentan opciones costosas y logísticamente desafiantes para importar combustible. Con Matanzas fuera de operación, los grandes petroleros tendrían que anclarse en alta mar y descargar combustible en embarcaciones más pequeñas para su distribución. Eso implica un riesgo de derrame al mar y podría elevar el costo de Cuba para satisfacer sus necesidades de combustible.
El costo de reconstruir la terminal podría ser de decenas de millones de dólares y llevar mucho tiempo debido a los desafíos globales en las cadenas de suministro, dijo Ramanan Krishnamoorti, experto en ingeniería petrolera y director de energía de la Universidad de Houston.
“El tiempo es un problema más grande que el costo”, dijo.
Fuente The Wall Street Journal