El dilema del Gobierno y Groucho Marx
Por: Rafael Paz
Groucho Marx es considerado uno de los más grandes comediantes norteamericanos de todos los tiempos. Era un genio del repentismo y su humor sobre la vida pública y la política era ácido y exuberante, con un enorme impacto en la sociedad norteamericana y en todo occidente.
Su presencia en la cultura popular ha sido tan extendida que, sin saberlo, muchos hemos utilizado su imagen desde niños a través de aquellos antifaces clásicos que se vendían de forma profusa para el día de reyes o navidad. 🥸
Groucho era implacable con los políticos. Con su sorna tradicional, describía la política como “el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados”. En una de sus escenas más famosas interrogando un congresista le preguntaba si era un político corrupto y luego se excusaba preguntado si no era esta frase una redundancia.
Traigo todo esto a colación a partir del pésimo manejo dado por el gobierno a las dos tragedias de noviembre, en las que han fallecido en 2 años casi 40 personas. En esta última ocasión de forma lastimosa, pues ha quedado evidenciado que a pesar de los pronósticos que señalaban “5 días de lluvias torrenciales y potenciales fuertes inundaciones” hechas por el Centro de Huracanes de Miami y especialistas de la categoría de Jean Suriel, el gobierno no tomó las previsiones de lugar.
Ha quedado evidenciado que el gobierno fue sorprendido y que hubo un fallo de graves consecuencias en los planes de emergencia (por ejemplo las labores debieron ser suspendidas y no se hizo, lo que generó un colapso del tránsito durante la peor parte del evento).
El caso más delicado es la respuesta ante el cópalo de una infraestructura pública con 24 años de funcionamiento.
Lo que demandaba el momento, ante la magnitud de los acontecimientos era llamar a la unidad de todos para enfrentar la tragedia. Era sabio pedir una tregua política e integrar a toda la sociedad a las labores de rescate y asistencia a los afectados. Quizás hasta culpar al cambio climático, y señalar factores atmosféricos sin precedentes y elementos de naturaleza técnica como el extraordinario nivel de impermeabilización de los suelos de C1 del DN que llega a las 98%, como posible causa de la caída de uni de los muros del paso a desnivel de la Máximo Gómez con 27 de Febrero. Quizás hasta prometer una evaluación técnica independiente para determinar las causas.
Pero lejos de todo esto el Ministerio de Obras Públicas, operando en modo electoral y reeleccionista, extiende el brazo hacia el argumento político-partidario y trata de aprovechar la ocasión para ¡Culpar el gobierno 96-2000 encabezado por Leonel!
El Ministro lo hace porque sabe que Leonel el asenso de Leonel y la unificación de la oposición ponen en riesgo la reelección de Luis, y prefiere utilizar la tragedia a su favor para anotarse un tanto.
Pero la población no es tonta, e inmediatamente se produjo una marejada de cuestionamientos y el repudio generalizado pues el Ministro olvidó que el PRM tiene desde hace 7 años el gobierno de la ciudad y que desde 1999 ha gobernado 7 años.
Entonces en pueblo se pregunta ¿Si sabían del fallo por qué no lo corrigieron?¿Por qué no se adoptaron medidas de precaución como cerrar el túnel? ¿Por qué no se aprovechó la reparación de la otra pared para hacer una evaluación completa de la infraestructura? ¿Por qué esa infraestructura resistió 17 fenómenos atmosféricos anteriores y ahora colapsó?
Pero hay una pregunta demoledora que le da el tiro de gracia al PRM ¿Donde están los túneles, los elevados y los pasos a desnivel construidos en la capital por ellos? La respuesta es que no existen.
Lo verdaderamente gracioso, al más elevado estilo de Groucho Marx, o quizás de Cantinflas, es que luego de que la estrategia de politización le explota en la cara, son esos mismos voceros gubernamentales (incluyendo bocinas y bots) los que piden no politizar el tema, por tratarse de una tragedia. Porque para los amigos del PRM, toda crítica a su gestión y a sus políticas públicas se denomina politizar o se hace por politiquería.
Con su actuación 🎬 digna de los gigantes de la comedia, el gobierno hace honra a la célebre frase del Presidente de USA John Lincoln “Un dilema es un político tratando de salvar sus dos caras a la vez”.
