El expresidente de Ecuador Rafael Correa pide presionar a Quito para que permita la salida de Jorge Glas
Bruselas, 9 abr, 9 abril .- El que fuera presidente de Ecuador desde 2007 a 2017, Rafael Correa, instó este martes a la Unión Europea y al resto de la comunidad internacional a hacer “presiones políticas” para que el Gobierno ecuatoriano de Daniel Noboa conceda un salvoconducto al exvicepresidente Jorge Glas.
“Le hago el pedido a Europa y al mundo para que (hagan) las presiones políticas, judiciales, que sean necesarias, porque esto no va a parar con una simple llamada de atención, para que el Gobierno de Noboa dé el salvoconducto para Jorge Glas“, dijo Correa en una rueda de prensa en el Parlamento Europeo junto al eurodiputado de Izquierda Unida, Manu Pineda.
El expresidente ecuatoriano llamó la atención de que “hay una persona secuestrada, cuya vida está en peligro, a la cual se le han vulnerado todos los derechos humanos”, incluido el asilo que le había concedido México, en cuya Embajada en Quito entraron el pasado viernes fuerzas policiales para arrestar a Jorge Glas, quien desde ayer está ingresado en un hospital militar por problemas de salud al parecer por no ingerir alimentos.
“Esto va más allá de izquierda o derecha. Esto atenta a los principios civilizatorios, principios como la inviolabilidad de la sede diplomática, principios como lo sagrado del asilo político”, subrayó Correa, al expresar su deseo de que la mayoría de grupos políticos en la Eurocámara apoyen las iniciativas que Izquierda Unida va a iniciar para presionar a Quito.
En este sentido, Pineda avanzó que su grupo político pedirá un debate en el pleno del Parlamento Europeo sobre la situación en Ecuador y exigirá que la Unión Europea active el mecanismo de solución de controversias que prevé una cláusula del Acuerdo de Asociación de los Veintisiete con el país latinoamericano.
“Nosotros, como Unión Europea, tenemos obligaciones”, dijo Pineda, al señalar que su grupo también va a pedir al Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE), que dirige el alto representante Josep Borrell, que envíe una “misión” a Ecuador para “visitar de urgencia” a Glas “porque estamos temiendo por su vida, estamos temiendo que lo suicide, por decirlo de algún modo”.
Críticas al gobierno de Noboa
“Ojalá la derecha, sobre todo la extrema derecha europea, no ideologice también esto y como es contra un movimiento de izquierda, un vicepresidente de izquierda, (piensen que) está bien que lo maten en vida. Hay cosas que van mucho más allá de la ideología, si tenemos algo de decencia política”, señaló por su parte Correa.
“Tengan claro, ni siquiera estamos enfrentando el fascismo, estamos enfrentando la barbarie”, alertó Correa, al poner el acento en que esta acción “brutal” del Gobierno de Noboa tiene motivos electoralistas porque el presidente pensó que le daría “popularidad” de cara al plebiscito del próximo día 21 impulsado por el Ejecutivo sobre temas de seguridad, inversiones y empleo.
“Si le vamos a pasar esto, los principios civilizatorios, los mismos principios civilizatorios, estarán en peligro. Por el bien de la convivencia internacional, por la vigencia de los derechos humanos, por mi patria, Europa, mundo, paren esto”, clamó Correa, quien aludió al “secuestro” de Glas como “la cereza en el pastel” de la “persecución” sufrida también por él.
Correa, en Bélgica desde 2017
Correa reside desde 2017 en Bélgica, donde cuenta con la condición de refugiado desde 2022 al denunciar persecución política y ‘lawfare’ (utilización del aparato judicial contra adversarios políticos), el mismo motivo que llevó a pedir el asilo a México a Glas, que tiene dos condenas vigentes por corrupción y está imputado en un nuevo caso.
Según el Gobierno de Noboa, México habría incumplido los tratados internacionales sobre el derecho de asilo al refugiar a una persona que estaba imputada por malversación y que debía regresar a la cárcel para cumplir dos sentencias por cohecho y asociación delictiva.
La postura de México
México mantiene por su parte su postura de rechazo frontal al asalto de su embajada en Quito y ha optado por dirimir la crisis con denuncias ante instancias internacionales como la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Corte Internacional de Justicia.
Precisamente, la OEA se reúne este martes, a petición de Ecuador, para tratar el controvertido asalto a la Embajada mexicana en Quito.
Correa puso hoy el acento en que Ecuador estará representado a nivel de funcionarios en la cita porque Noboa siente que tiene “el apoyo implícito de Estados Unidos, porque sacó un comunicado, pero muy tibio”. “Creen que van a quedar en impunidad, y eso depende de la comunidad internacional. No podemos sentar ese precedente”, concluyó.