El SICA en el contexto geopolítico actual
El resultado positivo de las tareas asumidas causan satisfacción, y esta satisfacción se va convirtiendo en un reconocimiento que permanece en el tiempo y que nunca es el resultado del esfuerzo individual, sino colectivo, como ocurrió en nuestro caso, porque fuimos el resultado del trabajo de toda la bancada dominicana, que siempre ha dado lo mejor de sí para aportar, desde las limitaciones propias de nuestra insularidad, una visión enriquecedora y efectiva que al conjugarse con el resto de los diputados de la región, han contribuido en su momento con el fortalecimiento del Parlamento Centroamericano y el proceso de integración entre nuestras naciones.
Agradezco a esta bancada la nobleza del reconocimiento y lo recibo compartiéndolo con los colegas diputados que conformaron aquella primera delegación que representó al país; y a los demás que a lo largo de este cuarto de siglo han ido colocando ladrillos para impulsar la compra conjunta de medicamentos, la facilitación de comercio a través de la implementación de una política de cielos abiertos, comunicación móvil comunitaria, facultades vinculantes al Parlacen en materia de integración, y unión aduanera que permita avanzar hacia el mercado común como paso previo a la unión política.
Pienso particularmente que los procesos de integración son largos y tortuosos, pero el nuestro ha sufrido de la falta de voluntad política del liderazgo regional; causa mayor del lento avance de que adolece; sin embargo, desde la entrada en funcionamiento del SICA, la humanidad no había sufrido cambios tan radicales como los que se producen hoy día; son cambios disruptivos que terminaron con años de un sistema unipolar dominado exclusivamente por Occidente, marcado por la estabilidad que imponía su arquitectura geopolítica global, en donde el sur sólo copiaba dictados.
¿Cómo nuestra subregión o la región que comprende a América Latina y el Caribe debe reaccionar ante estos cambios? Los mercados, las economías, la tecnología, la innovación e inteligencia artificial se abrazan trastocando la agenda de los países que fueron o aún son dominantes, pero que van en franco descenso mientras naciones emergentes ascienden. Esto queda demostrado con el aporte al PIB mundial del G7 frente al de los Brics, pues para cuando el Parlacen se instalaba en el 1991 el grupo del Norte Global aportaba cerca del 50%, entretando, los Brics apenas el 16%; hoy el G7 aporta sólo el 30%, mientras el grupo de los 5 emergentes ya alcanza el 31%, con una proyección a seguir marcando una mayor distancia.
El pragmatismo y olfato político del liderazgo regional debe comprender que el mundo de 1991 y el de 2023 no es el mismo. Veamos: India, que fue colonia de los británicos, y todos sabemos del escandaloso despojo y sufrimiento del pueblo indio como producto de esta calamidad imperial, hoy supera a su antiguo colonizador en términos de expansión en los mercados y su PIB; Vietnam desplaza a Francia, su antiguo colonizador; y China, atacada por algunos de los países que integran el G7 durante el siglo de la humillación, se ha convertido en la primera economía del mundo en términos de paridad de poder adquisitivo y la segunda en termino de PIB nominal, aunque para algunos analistas es ya el primera en razón de que el gigante asiático es la fábrica del mundo y su PIB está respaldado por una producción de real bienes.
Lo que quiero dejar en el ánimo de ustedes es que el mundo está cambiando como vemos en África y pudimos ver en la cumbre Euro/Celac, pues estas regiones muestran un temperamento de libertad, y por lo tanto, ni el Parlacen ni los procesos de integración de la región deben seguir asidos a instrumentos que corresponden a épocas que vamos superando. Y es que el Sur Global está dejando de ser objeto y objetivo para convertirse en sujeto, por lo que nuestra región debe insertarse en esta histórica dinámica de cambios como un actor activo, pues en el proceso evolutivo no sobrevive el más fuertes, sino el que sepa adaptarse a los cambios.
Listín Diario
