Empresas dominicanas de cacao se preparan para cumplir con nuevas normativas de la Unión Europea

Santo Domingo, 19 de julio – Las empresas dominicanas que exportan cacao hacia la Unión Europea han trabajado intensamente en el registro y la ubicación satelital de las fincas con las que se suplen, con el objetivo de estar listas para la entrada en vigor del Reglamento UE 2023/1115. Esta normativa restringirá la entrada de cacao y otros seis productos si no pueden demostrar que han sido producidos en tierras libres de deforestación.

«Casi todos los exportadores dominicanos estaban avisados y se han puesto a hacer ese trabajo con sus suplidores, de tal manera que, posiblemente, si no han terminado, van a estar bastante avanzados de aquí a diciembre», aseguró Isidoro de la Rosa, presidente de la Confederación Nacional de Cacaocultores (Conacado).

Todos los operadores comerciales tendrán hasta el 30 de diciembre de 2024 para implementar estrategias de geolocalización, trazabilidad del fruto y registro de los productores. Estos pasos son necesarios para evidenciar si la materia prima del chocolate se ha obtenido bajo prácticas sostenibles.

El peso del reglamento recaerá sobre los operadores comerciales, quienes deberán presentar toda esta información mediante una declaración de diligencia debida, según indicó Luis Araque de Juan, jefe comercial de la misión de la Unión Europea en el país. Araque considera que hay que estar «optimistas» sobre la preparación del sector cacaotero para esa fecha.

La nueva normativa busca que la Unión Europea contribuya a reducir la deforestación de los bosques, un problema exacerbado por la agropecuaria intensiva. Esta iniciativa plantea un nuevo reto para el comercio internacional, que deberá adaptarse a estos requisitos más estrictos.

Actualmente, la República Dominicana cuenta con unas 40 empresas exportadoras de cacao. Estas compañías han sido clave para el envío de poco más de 43,000 toneladas de cacao hacia la Unión Europea en lo que va de 2024. Conacado asegura que estas exportaciones se han realizado sin mayores inconvenientes y de manera más ágil debido a la alta demanda mundial de cacao.

El artículo 3 del Reglamento 1115 establece que «no se introducirán en el mercado, comercializarán ni exportarán» materias primas y derivados de cacao, café, ganado bovino, palma aceitera, caucho, soya y madera a menos que se demuestre que están libres de deforestación, producidos conforme a la legislación pertinente del país de origen y amparados por una declaración de diligencia debida.

El objetivo de la normativa es elevar los estándares comerciales conforme a los compromisos medioambientales asumidos, analizando el cumplimiento caso por caso. «Nunca va a haber una prohibición de un producto a un país; (…) No estamos hablando de una declaración país ni de (exigir) un certificado que sirva para todo. Esto funcionará envío por envío, finca por finca», insistió Araque.

Antes de introducir estos productos al mercado, los operadores deberán ejercer la diligencia debida con todos los productos pertinentes que le suministre cada proveedor. El artículo 9 del Reglamento UE 2023/1115 especifica que los requisitos de información para la diligencia debida deberán incluir la descripción de los productos (nombre comercial, tipo de producto, nombre común y nombre científico), cantidad de productos en kilogramos de masa neta, país de producción y zona específica de producción, geolocalización de todas las parcelas de terreno, fecha de producción, nombre y dirección de la empresa o persona que haya suministrado el producto, y evidencia de que los productos están libres de deforestación y producidos conforme a la legislación del país de producción.

Se considerarán «libres de deforestación» todas las tierras que no hayan sido degradadas por la actividad humana después del 31 de diciembre de 2020. Esta definición podría suponer una ventaja para el cacao dominicano, que tradicionalmente se siembra bajo la sombra de otros árboles. «Por suerte, el cacao dominicano se produce bajo sistema agroforestal; es parte del bosque.

Esto reduce los riesgos que pueda tener, y estamos entre los países de menor riesgo», manifestó De la Rosa, agregando que por eso cree que el sector cacaotero podrá seguir exportando sin problemas después de 2025.

Contar con el listado de los productores que han aportado la materia prima en cada contenedor y la georreferenciación son algunas de las vías en que las empresas podrán evaluar el nivel de riesgo de su mercancía. «Si no hay problemas, pasa. Si hay problemas, se detiene», acotó Araque, quien confirmó que la toma de imágenes satelitales y su comparación en el tiempo también sería un recurso válido para sustentar que las plantaciones de cacao dominicano están libres de degradación forestal.

El reglamento insta a los operadores a asegurarse de que sus mercancías mitiguen el riesgo de ser detenidas en los puertos europeos mediante la solicitud de información adicional y la ejecución de estudios o auditorías independientes.

La evaluación de riesgo deberá ser revisada cada año, y el registro de las declaraciones de diligencia debida debe ser mantenido durante cinco años a partir de la fecha de su presentación a los sistemas de información europeos. Esta medida aplica tanto para los grandes operadores como para las pymes.

Recientemente, el Ministerio de Agricultura lanzó el Registro Nacional de Productores y Unidades de Producción Agropecuaria Georreferenciado (Renagro), un programa que busca identificar alrededor de 1,035 áreas agropecuarias y sus productores.

El objetivo es levantar información pertinente sobre sus cultivos y utilizarla para un mejor diseño de políticas públicas. Miguel Ángel Rodríguez, director del departamento de Asociatividad y Gestión Organizativa del Ministerio de Agricultura, manifestó que la institución trabaja en el desarrollo de una plataforma de datos robusta que indique dónde se produce un cultivo, quiénes son los productores y detalles individuales sobre cada agricultor.

Explicó que el cumplimiento con las nuevas exigencias del comercio internacional, como es el caso de la Unión Europea y sus normativas, ha sido una de las razones que han motivado la creación de esta iniciativa.