Entre Sal y Agua: El debate presidencial

Por la redacción

¡Por fin! Parece que los astros se alinearon y los dominicanos podrán disfrutar de un auténtico debate presidencial. La Asociación de Jóvenes Empresarios (ANJE) ha dado el paso adelante para organizar este evento, algo que muchos considerarían un hito en nuestro panorama político.

Según lo anunciado por ANJE, este esperado debate se llevará a cabo el 24 de abril en las instalaciones de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña. Y lo más interesante es la lista de participantes: el actual Presidente y candidato a la reelección por el Partido Revolucionario Moderno (PRM), Luis Abinader; el ex presidente y candidato presidencial de Fuerza del Pueblo, Leonel Fernández; y el aspirante presidencial por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Abel Martínez.

La expectativa es alta, ya que este debate reunirá a los candidatos que obtuvieron más del 1% de los votos en las elecciones pasadas. Sin embargo, hay un pequeño detalle que no podemos pasar por alto: ¿qué pasó con los otros seis aspirantes a la presidencia? Parece que el tiempo y el espacio jugaron en su contra, dejándolos fuera de esta oportunidad.

Lo que realmente esperamos es que este debate marque la diferencia con respecto a las experiencias pasadas. Ya estamos cansados de ver a los candidatos exponiendo sus propuestas de forma individual y sucesiva en eventos aburridos y poco significativos. Lo que el pueblo dominicano quiere es una confrontación directa y frontal, donde los candidatos demuestren no solo sus propuestas, sino también su capacidad para defenderlas y responder preguntas difíciles.

Queremos preguntas concretas sobre los temas que más nos preocupan como ciudadanos. Queremos ver cómo reaccionan ante los desafíos y cómo argumentan sus posiciones. Solo así podremos formarnos una idea clara de quién está realmente preparado para liderar nuestro país hacia un futuro mejor.

Las preguntas

En las encuestas realizadas hasta el momento, se han revelado una serie de preocupaciones fundamentales para los ciudadanos dominicanos, que abarcan diversos aspectos de la vida nacional que pueden ser parte de la agenda del debate presidencial.  Entre estas inquietudes, destaca el tema del costo de la vida, el cual impacta directamente en la calidad de vida de la población. La creciente delincuencia también figura como una preocupación constante, ya que afecta la seguridad y tranquilidad de los ciudadanos en su día a día.

Otro aspecto crucial que preocupa a los dominicanos es la necesidad de un crecimiento económico inclusivo, es decir, un desarrollo económico que beneficie a todos los sectores de la sociedad y no solo a unos pocos. Esto plantea la pregunta de cómo garantizar que el progreso económico se traduzca en mejoras tangibles para la población en general, especialmente en términos de empleo digno y salarios justos.

En ese sentido, surge la interrogante sobre cómo generar empleos de calidad y asegurar que los trabajadores reciban salarios que les permitan vivir con dignidad. Esta es una preocupación central en un país donde el desempleo y la informalidad laboral siguen siendo desafíos importantes.

Otro tema crítico es la calidad de la educación en la República Dominicana. A pesar de los esfuerzos realizados en los últimos años, aún persisten deficiencias en el sistema educativo que afectan la formación y el futuro de las nuevas generaciones. Los ciudadanos demandan acciones concretas para mejorar la calidad de la enseñanza y garantizar que todos los niños y jóvenes tengan acceso a una educación de calidad.

Finalmente, la necesidad de garantizar un acceso universal a los servicios de salud es una preocupación compartida por muchos dominicanos. A pesar de los avances en el sistema de salud, aún existen barreras que limitan el acceso de la población a servicios médicos adecuados. Es fundamental abordar estos desafíos junto a una reforma integral de la seguridad social que incluya justamente el acceso a los servicios sanitarios y el régimen de pensiones: solo así se puede asegurar que todos los ciudadanos puedan acceder a la atención médica que necesitan, sin importar su condición socioeconómica.

El Debate Presidencial: ¿Un Desafío para Abinader?

La reciente declaración del Director de Comunicación Estratégica de la Presidencia de la República, Homero Figueroa, ha generado un debate sobre la participación del actual presidente Luis Abinader en el próximo encuentro presidencial. Aunque Abinader lidera las encuestas de opinión de cara a las elecciones de mayo próximo, ha decidido participar en este debate, convirtiéndose en el primer jefe de Estado dominicano en exponerse a una confrontación con adversarios a los que supera con ventaja.

Sin embargo, más allá de las motivaciones políticas, es importante reflexionar sobre el significado de esta decisión. La opinión pública nacional está cansada de ver a los aspirantes presidenciales exponiendo sus propuestas en escenarios donde no se someten al escrutinio crítico de la sociedad. El país necesita líderes que demuestren sus capacidades, muestren determinación y convenzan al electorado de que votar por ellos es lo mejor para el futuro de la nación.

Si Abinader se hubiese apartado de este debate, proyectaría una imagen cuestionable no solo de su voluntad y espíritu democrático, sino también de su capacidad para discutir y defender sus ideas frente a sus contendientes. En un momento en el que la transparencia y la rendición de cuentas son más importantes que nunca, es crucial que los líderes políticos estén dispuestos a enfrentar preguntas difíciles y presentar sus argumentos de manera convincente.

No se trata simplemente de un juego político, sino de una necesidad real de la sociedad dominicana. Los ciudadanos, repito, merecen ver a sus potenciales presidentes en un escenario donde puedan contrastar y evaluar sus propuestas de manera directa. De lo contrario, se corre el riesgo de socavar la confianza en el proceso democrático y en las instituciones que lo sustentan.

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