Estancamiento en diálogo por uso de aguas del Río Masacre entre República Dominicana y Haití
Santo Domingo, 2 abril – La tensión entre la República Dominicana y Haití por el uso de las aguas del río Masacre, también conocido como Dajabón, persiste sin avances significativos en el diálogo bilateral. Desde hace más de dos meses, no se han registrado nuevas reuniones entre las delegaciones de ambos países para discutir esta problemática, a pesar de los encuentros previos realizados en enero de este año en Washington, D.C., bajo el auspicio de la Organización de los Estados Americanos (OEA).
En dichas reuniones, los ministros de Relaciones Exteriores de ambos países, Roberto Álvarez por República Dominicana y Jean Victor Généus por Haití, se comprometieron a buscar una solución justa y equitativa al conflicto del uso de las aguas transfronterizas. Este compromiso incluía la realización de un estudio técnico, con apoyo internacional, para evaluar la situación hidrológica, ambiental y social de la cuenca del río en ambos lados de la frontera.
La disputa se intensificó recientemente cuando Haití inició pruebas en un canal que está construyendo en su territorio, buscando suministrar agua a sus agricultores. Esta acción generó quejas por parte de los productores dominicanos en Dajabón, quienes argumentaron una escasez del recurso para el riego de sus cultivos. Como respuesta, el Gobierno dominicano activó tres motobombas en el canal de La Vigía, ubicado río arriba, para asegurar el suministro de agua para sus agricultores, dejando el canal haitiano sin agua y, por ende, inutilizable.
Este conflicto no es nuevo, ya que las discusiones sobre la construcción del canal por parte de Haití se remontan al año 2021. La situación actual plantea un desafío directo para los agricultores de ambas naciones, quienes dependen de las aguas del río Masacre para sus cultivos.
Ante la emergencia, Olmedo Caba, director del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (Indrhi) de República Dominicana, prometió medidas para asegurar el riego de las cosechas dominicanas. Entre estas medidas, se anunció la construcción de pozos tubulares y la implementación de un plan para aumentar la disponibilidad de agua para los agricultores.
