Exgobernador Andrew Cuomo lanza regreso político con postulación a alcaldía de Nueva York

NUEVA YORK, 2 marzo — El exgobernador de Nueva York Andrew Cuomo anunció el sábado su postulación para alcalde de la ciudad de Nueva York, relanzando su carrera política tras un exilio de varios años debido a una serie de acusaciones de acoso sexual.

En un video de 17 minutos, Cuomo se presentó como un moderado con logros que puede salvar a una ciudad que describió como amenazante y “fuera de control”, y se dijo capaz de navegar el delicado equilibrio entre trabajar con el presidente republicano Donald Trump y enfrentarlo cuando sea necesario.

“No estoy diciendo que esto va a ser fácil, no lo será, pero sé que podemos cambiar la ciudad y creo que puedo ayudar”, señaló.

Se espera que el demócrata realice una campaña formidable, a pesar de entrar en la contienda profundamente herido por el escándalo que forzó su renuncia como gobernador en 2021.

Enfrenta un amplio grupo de oponentes en las primarias con bajo reconocimiento de nombre, además del alcalde actual Eric Adams, quien —por ahora— sigue bajo acusación en un caso de corrupción federal y bajo escrutinio de críticos que cuestionan su independencia de Trump.

Cuomo entra en la contienda con habilidades de recaudación de fondos, un historial de logros durante sus tres mandatos como gobernador y un posible apoyo entre muchos de los mismos votantes moderados que ayudaron a impulsar a Adams a la alcaldía.

Sin embargo, no está claro si los votantes están dispuestos a darle a Cuomo otra oportunidad tras su notable caída, cuando pasó de ser aclamado por su liderazgo durante la pandemia de COVID-19 a ser criticado por su comportamiento con las mujeres y cuestionado sobre su respuesta a la pandemia.

En su video de campaña, Cuomo reconoció “errores” pasados pero no abordó directamente las acusaciones de acoso.

“¿Hice siempre todo bien en mis años de servicio gubernamental? Por supuesto que no”, afirmó. “¿Haría algunas cosas de manera diferente sabiendo lo que sé ahora? Ciertamente. ¿Cometí errores, algunos dolorosos? Definitivamente, y creo que aprendí de ellos y que soy una mejor persona por ello y espero demostrarlo cada día”.

Adams, sorprendido en una calle de la ciudad por un reportero de Politico tras el anuncio de Cuomo, dio la bienvenida al exgobernador a la contienda.

“Vengan todos. Todos deberían presentar su postura. Tengo un gran historial para defender. Ya esperamos la campaña”, manifestó Adams.

Planeando su regreso

Cuomo había estado considerando un regreso a la política durante años mientras sus abogados y consultores políticos intentaban desacreditar a sus acusadoras.

Al menos 11 mujeres lo acusaron de manera creíble de acoso que incluía besos y tocamientos no deseados, así como comentarios sobre su apariencia y vidas sexuales, según un informe publicado por la fiscal general de Nueva York. Una asistente presentó más tarde una denuncia penal acusando a Cuomo de agarrarle el pecho cuando estaban solos en la mansión del gobernador.

Cuomo negó la acusación de agresión sexual, la cual un fiscal finalmente desestimó por considerar que no había suficientes pruebas para obtener una condena en juicio.

Cuomo, de 67 años, dijo que no maltrató intencionalmente a las mujeres y que simplemente se había quedado atrás en cuanto al comportamiento apropiado en el lugar de trabajo.

Los contribuyentes han gastado millones de dólares para defenderlo a él y a sus principales colaboradores en los tribunales contra diversas demandas relacionadas con las acusaciones.

La primera mujer en acusar públicamente a Cuomo de acoso, Lindsey Boylan, escribió en un ensayo publicado en Vanity Fair el sábado que Nueva York “merece algo mejor”.

Destacó que en lugar de arrepentirse y expiar, Cuomo ha llevado a cabo una campaña legal “vengativa” contra sus acusadoras.

“Aunque las mujeres que trabajaron para y con Cuomo ya no estén sujetas a comportamiento inapropiado, mala conducta o acoso sexual, algunas de nosotras seguimos siendo víctimas de lo que podría interpretarse como una campaña en curso que utiliza el sistema legal como táctica de represalia”, escribió Boylan.

Agregó que aunque nunca demandó a Cuomo, ha gastado 1,5 millones de dólares en abogados para responder a citaciones en sus otros casos.

Unas saturadas primarias demócratas

La contienda de antemano cuenta con varios candidatos compitiendo por vencer a Adams en las primarias demócratas de junio.

Entre ellos se encuentran el contralor de la ciudad, Brad Lander, el senador estatal Zellnor Myrie, la senadora estatal Jessica Ramos, el asambleísta estatal Zohran Mamdani y el excontralor de la ciudad Scott Stringer, quien fue un candidato destacado en la contienda por la alcaldía hace cuatro años hasta que una mujer lo acusó de manosearla y besarla sin su consentimiento 20 años antes.

Ramos, en un comunicado, calificó a Cuomo de “abusador corrupto” que “no aporta nada a esta carrera más que un pasado lleno de escándalos”.

Myrie dijo que Nueva York no debería verse obligada a revivir “el espectáculo de Andrew Cuomo”.

“Nos merecemos algo mejor que líderes egoístas que pasaron décadas en el cargo poniendo su deseo de poder por encima de las necesidades de los neoyorquinos”, añadió.

Adams luce como un alcalde vulnerable

Adams también busca la reelección, pero enfrenta una tormenta debido al extraordinario esfuerzo del Departamento de Justicia para cerrar el caso penal en su contra a pesar de la objeción de los fiscales que presentaron los cargos.

Una acusación indicó que Adams aceptó viajes de lujo junto con contribuciones ilegales a su campaña de un funcionario turco y otros ciudadanos extranjeros. Después que Trump asumió el cargo, un alto funcionario del Departamento de Justicia ordenó a los fiscales federales en Manhattan desestimar los cargos para que Adams pudiera concentrarse en ayudar con la agenda de inmigración del presidente, dejando abierta la posibilidad de que el caso pueda resurgir tras las elecciones municipales.

Esa dinámica llevó a los detractores a afirmar que Adams había llegado a un acuerdo para ayudar con la represión de inmigración de Trump a cambio de salvación legal.

Adams ha negado rotundamente que se haya hecho tal acuerdo, cuando enfrenta una intensa presión para renunciar. Algunos de sus principales colaboradores anunciaron planes para renunciar en protesta.

Largo ascenso al poder; rápida caída

Cuomo comenzó en la política trabajando para su padre, el exgobernador de Nueva York, Mario Cuomo, y luego ascendió a convertirse en secretario de Vivienda bajo el presidente Bill Clinton y fiscal general de Nueva York antes de ser elegido gobernador en 2010.

Su poder estelar nacional fue más alto durante la pandemia de coronavirus, cuando sus conferencias diarias televisadas, llenas de retórica clara sobre el virus, atrajeron admiradores en todo el país que lo vieron como una mano firme de liderazgo en un momento caótico. Las conferencias ganaron un premio Emmy internacional y lo llevaron a obtener un contrato por más de 5 millones de dólares para escribir un libro sobre la pandemia.

Sin embargo, varias mujeres comenzaron a presentarse a finales de 2020 y principios de 2021, acusando a Cuomo de mala conducta. Enfrentó un posible juicio político antes de renunciar. Un panel de ética estatal concluyó que utilizó indebidamente recursos de los contribuyentes para preparar y editar su libro.

Cuestionamientos sobre el manejo de la pandemia en asilos de ancianos

Cuomo fue aún más perjudicado por acusaciones de que una directiva de su gobierno había contribuido involuntariamente a una ola de muertes por COVID-19 en asilos de ancianos al prohibir inicialmente que estos se negaran a readmitir a pacientes con el virus que hayan sido dados de alta de los hospitales. El gobernador insistió en que las acusaciones eran infundadas, pero posteriormente se halló que su gobierno subestimó las muertes en hogares de ancianos.

Cuomo aún tiene un significativo fondo de campaña que podría utilizarse técnicamente en su candidatura a alcalde. Pero el proceso de transferir sus donaciones estatales a un comité de la ciudad será complicado y requerirá que cada donante apruebe el cambio, un esfuerzo potencialmente gravoso. AP