Hablando de hidrocarburos: El petróleo ruso en crisis

POR HUGO DEL GRANADO COSIO

La invasión de Rusia a Ucrania ha mostrado al mundo y principalmente a Europa el riesgo de depender energéticamente de un proveedor no confiable, dispuesto a usar la energía como un arma. Esta verificación obliga a encontrar fuentes alternativas de suministro de combustibles, haciendo que las empresas petroleras y los países occidentales, en general, impulsen este año nuevas inversiones en la infraestructura y producción petrolera, especialmente en exploración.

En EEUU se ha extendido la versión de que Putin ha empujado a Occidente hacia una nueva era de actividad petrolera, aunque de precios mucho más elevados. La ruptura entre Rusia y Europa se ha producido a “una velocidad que pocos imaginaban posible” (IEA). Alemania, por ejemplo, ha decidido prescindir del petróleo ruso hasta fin de año.

En el mediano plazo significará el reemplazo del gas y del petróleo rusos por el de otros proveedores confiables y un impulso impensable antes de la invasión a las fuentes de energía renovables. Estos factores, junto a la previsible escasez de inversiones en Rusia y de acceso a nuevas tecnologías, podrían dejar los combustibles fósiles rusos bajo tierra por un tiempo prolongado. 

Según reportes de la IEA, las exportaciones de petróleo ruso el 2021 cayeron a 7,2 millones de barriles por día (MMBls/D), las más bajas desde agosto de ese año, y la misma fuente prevé que en 2030, serán de 5,3 MMBls/D, debido a la reorientación total del comercio mundial de energía.

Rusia fue hasta mediados de 2021 el mayor exportador mundial de crudo, seguido de Arabia Saudita. Rusia es el tercer productor mundial de petróleo, después de EEUU y de Arabia Saudita y es posible que se mantenga en este lugar porque la distancia al cuarto productor (Canadá) es grande.

Sin embargo, los ingresos rusos de mes a mes, en 2021, se incrementaron en 700 millones de dólares debido a la elevación de precios. Los ingresos de Arabia Saudita tuvieron también niveles sin precedentes, al igual que los de las grandes empresas petroleras.

Entre las sanciones impuestas a Rusia por EEUU y la Unión Europea, se encuentra la prohibición de transportar petróleo en barcos europeos; a partir del 5 de diciembre esta prohibición se extenderá a las compañías aseguradoras, de mantenimiento y de otros servicios de atención a los barcos que transportan dicho petróleo en cualquier parte del mundo. Esta prohibición se mantendría vigente, porque se descartaría la propuesta de EEUU de poner un precio techo al petróleo que prohibiría a todos los barcos europeos el transporte de crudo por encima de dicho techo, pero la prohibición se ampliaría a no brindar los servicios citados a los barcos que no pertenezcan a la Unión Europea. La preocupación radica en que la disponibilidad de barcos para transportar el petróleo ruso disminuirá notablemente a pesar de la previsible mayor demanda de transporte para viajes largos.

Se estima que Rusia podría tener acceso a flotas de barcos cuyas jurisdicciones no objeten la invasión, pero estas naves no cuentan con rompehielos modernos para navegar en el Mar Báltico en época de invierno.

Sin embargo, irónicamente, el mayor problema que enfrentará Rusia será el encontrar mercados para el petróleo que dejará de comprar la UE. Hasta 2020, Rusia producía 10,6 millones de barriles diarios (MMBls/D), de los cuales vendía a Europa 4,5 MMBls/D. De este volumen, ya ha desviado alrededor de 1,5 millones de MMBls/D hacia India, China y Turquía. India y Turquía han logrado fuertes descuentos del nuevo proveedor y han dejado de comprar su petróleo a Arabia Saudita o Irán. A partir de diciembre, Rusia tendrá que encontrar mercados para vender el doble del volumen que compraron los países mencionados.   

En conclusión, se puede afirmar que la guerra emprendida por Rusia ha provocado una crisis petrolera propia con matices muy diferentes:

•Uno de los primeros productores mundiales de petróleo ha dejado de tener mercados asegurados para su producción. Europa, el mayor mercado de petróleo ruso, ha decidido cerrar sus puertas a este producto. Es inédita una crisis energética por falta de mercados.

•Los recortes de producción de los países de la OPEP (ahora OPEP +, que redujo su producción en 2 MMBls/D, aunque muy laxamente acatada) se producían para elevar los precios del crudo, pero ahora se da un corte por razones políticas, por solidaridad con Rusia, uno de sus miembros, cuando los precios estaban ya elevados.

•Las fuentes alternativas de petróleo se han consolidado en el mundo. EEU. es el mayor productor mundial de petróleo y Brasil es el mayor productor de Centro y Sudamérica, superando casi con el doble a México y en seis veces más a Venezuela, Australia, Tailandia y otros en África (Angola); ambos países florecen como nuevos productores.

•Nunca antes los barcos petroleros fueron privados de pólizas de seguro.

Fuente Los Tiempos

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