Hablando de olimpismo
- Ricky Noboa
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Hemos estado leyendo el debate de que el Movimiento Olímpico no ha manejado de manera transparente los recursos que recibe por ley del Estado Dominicano, además de los que recibe también del sector empresarial privado.
Queremos hacer algunas acotaciones, ya que en nuestra trayectoria en los medios de comunicación hemos sido un crítico coherente de la forma inamovible con que la dirigencia olímpica dominicana ha sabido convencer a los diferentes gobiernos y ministros de deporte para resarcirse de fama y poder económico, que contrasta con la filosofía olímpica que otorga un lugar preponderante a la actividad deportiva en las escuelas y colegios, de manera que la práctica del deporte constituya un medio integral para educar física y moralmente a la juventud.
A casi 20 años de los Juegos Panamericanos del 2003, ¿dónde está el informe económico de los mismos que se vendieron al gobierno de turno por unos 80 millones de pesos? La táctica de esta dirigencia creando un compromiso nacionalista en eventos como sedes internacionales, vendiendo un cuadro de medallas garantizado por una enorme inversión de dinero, no se ha conciliado como corresponde en la obligación de rendir los informes financieros, con la fiscalización de los recursos que el Estado ha aportado con los impuestos de los contribuyentes.
Más adelante, coincidiendo con la filosofía del fundador del Olimpismo, el Barón Pierre de Coubertin, entraremos en algunos detalles que todavía vagan en el espacio en favor de los intocables olímpicos del país.
