La división del PLD hace dos años cambió el panorama político por completo

Santo Domingo, Oct 6 – Tras 16 años consecutivos gobernando y con mayoría en los cuerpos legislativos y municipales, el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) perdió su supremacía política entre marzo y julio del año pasado, fue desalojado del gobierno y redujo su votación a tan solo 38 por ciento del electorado.

La derrota de electoral del PLD vino cortejada por una división interna que se arrastraba desde el año 2015 cuando el entonces presidente Danilo Medina logró que el Comité Político favoreciera una modificación constitucional para habilitar su reelección, lo que chocó de frente con las aspiraciones del expresidente Leonel Fernández y entonces presidente del PLD, de buscar la candidatura presidencial del 2016.

Lo que siguió fue un largo período de pugilato por el control de las decisiones de los organismos del PLD entre Leonel y Danilo, pero en todos los casos se impuso la posición del entonces jefe del Estado en detrimento de las aspiraciones de Leonel.

Temas como la posición del PLD frente a la Ley de Partidos y la Ley del Régimen Electoral puso a los dos expresidentes en extremos enfrentados, puesto que Leonel defendía el criterio de que el partido morado escogiera sus candidatos en votación de primarias internas, mientras que Danilo favorecía que la ley estableciera primarias abiertas con el padrón de la Junta Central Electoral y voto universal.

Aunque Leonel perdió tanto a lo interno del PLD como en la votación en el Congreso Nacional que finalmente aprobó que los partidos tenían la opción de ir a primarias abiertas o cerradas organizadas por la JCE, finalmente el partido morado se decidió por primarias abiertas universales y él concurrió para enfrentar principalmente a Gonzalo Castillo.

Las primarias peledeístas se celebraron el 6 de octubre de 2019 y al computar el 99 por ciento de la votación, Castillo derrotó a Fernández con el 48,58 % de los votos emitidos frente al 47,42 %, según el boletín emitido por la JCE.

Lo que siguió fue una tanda de denuncias de fraude por parte de Leonel que diez días después culminaron con su renuncia del PLD y la integración de la Fuerza del Pueblo luego de llegar a un acuerdo con la cúpula del Partido de los Trabajadores Dominicanos (PTD).

La Fuerza del Pueblo escogió a Leonel su candidato presidencial y asistió a los comicios, obteniendo poco más de 4% del sufragio nacional.

Un análisis escrito por Manuel Figueroa, editor político del Listín Diario, ilustra lo sucedido en el plano nacional dos años después de las primarias internas que sellaron la división del partido fundado por Juan Bosch en diciembre de 1973.

He aquí el texto completo:

Hoy se cum­plen dos años del aconteci­miento po­lítico que conmocionó el país y marcó el rompi­miento de un ciclo históri­co, en el que tres grandes partidos controlaron alter­nativamente más de me­dio siglo la presidencia de República Dominicana.

El 6 de octubre de 2019 el oficialista Partido de la Liberación Dominica­na (PLD), que había go­bernado durante 20 años, se dividió en las prima­rias internas para elegir su candidato presiden­cial, cuando su presidente Leonel Fernández denun­ció un fraude en su con­tra, que atribuyó a su con­trincante Gonzalo Castillo quien era impulsado por el presidente Danilo Medina.

El cómputo final de las primarias abiertas celebra­das con el padrón de la Jun­ta Central Electoral (JCE) fue de 911,324 votos pa­ra el empresario Castillo y 884,630 votos para Fernán­dez.

Fernández, quien ha­bía gobernado el país en tres períodos (1996-2000, 2004-2008 y 2008-2012), anunció su renuncia irre­vocable del PLD afirman­do que el partido fundado en 1973 por Juan Bosch se había convertido en una oli­garquía de hierro que no re­presentaba a sus miembros y se comportaba de forma autoritaria. De inmediato anunció la formación del nuevo partido Fuerza del Pueblo, abriendo paso al tri­partidismo.

Esta decisión parecía reeditar la renuncia del ex­presidente Bosch del Parti­do Revolucionario Domini­cano (PRD), en 1973, para formar el PLD. Sus argu­mentos se asemejaban a los de Fernández, quien desde 2015 mantenía una actitud crítica a sus compañeros de la cúpula palaciega.

Fernández se reveló cuando le impusieron la re­forma a la Constitución des­de 2010 para posibilitar la reelección consecutiva del presidente Medina (2012-2016 y 2016-2020), que es­taba prohibida.

Fernández radicalizó sus posiciones en 2019 en me­dio de un extendido ru­mor de otro intento por re­formar la Carta Magna con los mismos fines. También se violentaron acuerdos del Comité Político, incluyendo la alternabilidad en la presi­dencia de la Cámara de Di­putados, cuando los danilis­tas reeligieron a Radhamés Camacho por encima del leonelista Demóstenes Mar­tínez, a quien correspondía.

Nuevo tablero político
La volcánica división del PLD provocó una recompo­sición de las fuerzas políti­cas que se preparaban para las elecciones presidencia­les, legislativas y munici­pales del año siguiente, be­neficiando con el triunfo al entonces opositor Partido Revolucionario Moderno (PRM), cuyo candidato Luis Abinader prometía un cam­bio a los dominicanos.

De esta manera se que­bró la tradición de tres fuerzas hegemónicas, que imperó desde 1963 al ga­nar por primera vez el PRD con Bosch como can­didato. Esa organización volvió a triunfar en los pe­ríodos 1978-1982, 1982-1986 y 2000-2004. Tam­bién se alejó aún más un eventual regreso del Parti­do Reformista Social Cris­tiano (PRSC), que con su líder Joaquín Balaguer go­bernó durante 22 años no consecutivos (1966-1978, período de “Los 12 Años”), y 1986-1996.

Desde 2020 se inauguró la ascensión de un nuevo par­tido, el PRM, que había sido fundado en 2014 tras la últi­ma gran división del PRD. La organización venía de parti­cipar en sus primeras eleccio­nes en 2016, donde se posi­cionó en un sólido segundo lugar al obtener 1,613,222 votos (34.98).

En las elecciones del año pasado no solo triun­fó en las municipales, sino en las legislativas y las pre­sidenciales con Abinader otra vez como candidato. Los resultados en la prime­ra vuelta fueron 2,154,876 votos (52.52%), contra 1,537,041 votos (37.46%) de PLD y Gonzalo Castillo.

Vuelve el tripartidismo
Este fenómeno también rom­pe con el tradicional bipar­tidismo imperante, prime­ro de 1966 hasta 1986 entre el PRSC y el PRD y desde los procesos electorales del 2000-2012, con el PLD y el PRD. Los resultados de las elecciones de 2020 y los procesos políticos desarro­llados desde entonces por el PRM, PLD y Fuerza del Pue­blo reflejan que estamos en presencia de un tripartidis­mo, una modalidad que se había presentado de mane­ra fugaz en el sistema elec­toral dominicano.

Fue precisamente el PLD el catalizador del tri­partidismo en los procesos electorales de 1986, terce­ra mayoría; 1990, segunda; 1994, tercera, y 1996, pri­mera mayoría en segunda vuelta. En cada una com­partiendo escenarios con el PRSC y el PRD.

En esta ocasión es el par­tido morado y de la estrella amarilla que ha abierto es­te espacio, cuando su líder Danilo Medina está impedi­do de por vida de postularse a la presidencia y vicepresi­dencia de la República.

Fuerza del Pueblo y el li­derazgo del expresidente Fernández, se convirtieron en la tercera mayoría en los comicios de 2020 y proyec­tan reclutar en su padrón un millón de seguidores al finalizar este mes.

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