La encrucijada de Biden

J.C. Malone

[email protected]

 Más de un millón de indigentes deambu­lan por las calles, duermen en los va­gones del metro, mientras más de un millón de fami­lias, enfrentan un posible desalojo. Si calculamos un promedio de tres perso­nas por familia, estamos hablando de sumarle tres millones al millón que no tiene hogar, mientras to­dos los precios siguen su­biendo.

Con este panorama in­terno, el Congreso apro­bó unos $40 mil millones en ayuda militar y hu­manitaria para Ucrania. El tema de Ucrania uni­ficó la clase política es­tadounidense. Mientras el presidente Joe Biden, rechazado por el 53 por ciento del electorado, se apura en culpar al presi­dente de Rusia, Vladimir Putin, por la inflación ga­lopante.

Aquí, evidentemente, hay al menos dos errores en cálculos.

Rusia quizá se equivocó creyendo que sometería a Ucrania en poco tiempo; Estados Unidos y Europa, quizá se equivocaron pen­sando que las sanciones sólo afectarían a Rusia. La primera y principal vícti­ma de las sanciones eco­nómicas, sin duda alguna, fue aquello que le llama­ban “globalización”.

Estados Unidos y Euro­pa tampoco calcularon los efectos de la sequía sobre la producción alimenticia mundial la guerra solo ha complicado muchísimo esas cosas.

La solidaridad de es­tadounidenses y euro­peos con Ucrania se pon­drá a prueba. Nadie sabe qué tiempo esos pueblos aguantarán los altos pre­cios y la escasez de com­bustibles y alimentos, esa es su cuota de sacrificio en apoyo a Ucrania.

Los pueblos suelen te­ner muy baja tolerancia a situaciones que les gol­peen el bolsillo y todos los economistas aseguran que los precios seguirán subiendo.

Y Putin no tiene ningu­na prisa en terminar su “Operación Militar Espe­cial” en Ucrania. Mien­tras más tiempo dure, más posibilidades exis­ten de que la guerra se expanda a otros países, y mayores serán los sacrifi­cios de europeos y esta­dounidenses.

Las elecciones congre­suales de medio término miden la popularidad del inquilino de la Casa Blan­ca, sabemos que Biden anda mal. También sabe­mos que los precios se­guirán en aumento y que Biden pagará un alto cos­to político por los aumen­tos.

Con los demócratas con­trolando el Congreso, Bi­den ha sido incapaz de im­poner su agenda, y es muy posible que pierdan ese control en noviembre.

Biden anda mal, des­pués de noviembre se pon­drá peor.

Comentarios
Difundelo
Permitir Notificaciones OK No gracias