La OMS destaca el “nuevo factor clave” del cambio climático en el cólera

Madrid, 5 oct (EFE).- En la lucha frente al cólera “el cambio climático es un nuevo factor clave a considerar”, ha señalado el director del equipo de la OMS dedicado a esta enfermedad, Philippe Barboza, a propósito del aumento reciente de casos de cólera en países como Siria o Haití, entre otros.

El regreso «no bienvenido» del cólera ha sido uno de los retos destacados por la OMS en una rueda de prensa dedicada a los desafíos globales que amenazan la salud humana, entre los que los especialistas han abordado también la covid-19, la viruela del mono, el Ébola -a propósito del último brote en Uganda- y los efectos del cambio climático.

«Tras años de disminución de los casos en todo el mundo, en el último año hemos asistido a un repunte de los brotes de cólera en todo el planeta», ha alegado el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien ha aseverado que se trata de una enfermedad «mortífera», pero que se puede prevenir con vacunas y acceso a agua potable y a saneamiento.

Aunque el cólera es «fácilmente tratable» con rehidratación oral o antibióticos para los casos más graves, «la realidad es que muchas personas no tienen acceso a estas sencillas intervenciones», ha lamentado Adhanom, después de citar las palabras recientes del director de la ONU, Antonio Guterres: «Esto no va de generosidad, sino de justicia».

La crisis climática ha ocupado buena parte de las declaraciones de los expertos, para quienes este desafío supone un «nuevo factor clave» a tener en cuenta en la mayor incidencia de enfermedades como el cólera.

«El cólera se nutre de la pobreza y de los conflictos, pero ahora se está viendo potenciado por el cambio climático», ha afirmado Adhanom, quien ha explicado que «los fenómenos climáticos extremos, como las inundaciones, los ciclones y las sequías, reducen aún más el acceso al agua potable y crean el entorno ideal para la propagación del cólera».

NUEVOS CASOS Y MAYOR MORTALIDAD

Solo en los primeros nueve meses de este año, 27 países han notificado brotes de esta enfermedad, ha recordado el especialista, para destacar que además se ha observado un aumento en la mortalidad, cuya tasa media en lo que va de año es «casi tres veces superior a la de los últimos cinco años».

En Siria, en las últimas seis semanas se han registrado más de 10.000 casos sospechosos de cólera, mientras que en Haití, después de más de tres años sin casos de cólera, esta semana se han notificado oficialmente dos casos en la capital, Puerto Príncipe, si bien «es probable que el número real de casos sea significativamente mayor», ha explicado.

El director de la OMS ha valorado este brote como «un revés particular» en Haití, que justo se estaba preparando para ser certificado como país «libre de cólera» a finales de este año.

Mientras que los otros factores que habitualmente explican los casos de cólera se mantienen estables, algo que «ha cambiado drásticamente» en los últimos años es el impacto del cambio climático, ha incidido Barboza, en relación a las severas sequías o monzones que han afectado a muchos países.

«Esto ha impulsado realmente el brote más allá de lo que normalmente se ve durante su presencia, y la preocupación es que va a seguir aumentando en los próximos años», ha agregado, para avisar de que se requiere mayor inversión en agua y saneamiento para prevenir casos.

OTROS DESAFÍOS

Entre los otros grandes retos que han repasado, los especialistas han advertido del aumento de casos de covid-19, y han pedido a los gobiernos una «mayor vigilancia» pues «el virus sigue circulando» y es previsible que continúen los contagios a medida que avanza el otoño y el invierno y la población pase más tiempo en espacios cerrados.

También se han referido a las inundaciones en Pakistán, que han se han cobrado ya más de 1.500 vidas en el país donde «aunque las aguas han dejado de ascender, los peligros no hacen otra cosa que crecer», ha alarmado Adhanom.

Cerca del 10% de las instalaciones sanitarias de Pakistán han resultado dañadas, «dejando a millones de personas sin acceso a la atención sanitaria», ha dicho, mientras que las existencias de medicamentos y suministros médicos esenciales «son limitadas o han sido arrastradas por las aguas, y las carreteras y puentes dañados impiden el acceso a los servicios y suministros».

«Estas son las comunidades que sufren la injusticia de la crisis climática o la mezcla de los dos conflictos de la crisis climática y de la inseguridad hídrica y alimentaria», ha lamentado Barboza.

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