La pandemia convierte al boyante aeropuerto de Hong Kong en «pueblo fantasma»

Hong Kong, 12 abr (EFE).- En los tiempos precovid, el bullicio de los viajeros, la energía positiva y, sobre todo, el dinero, abundaban en el cosmopolita aeropuerto de Hong Kong, uno de los más concurridos del mundo hasta que la pandemia lo sumió en un estado fantasmagórico del que aún no ha logrado salir.

Durante los últimos dos años las estrictas medidas de contención impuestas por la excolonia han convertido a este espacio de conexión global en una suerte de «pueblo abandonado», con la mayoría de las tiendas cerradas, escasos pasajeros y numerosas aerolíneas evitando operar en él.

Apenas 16 vuelos llegaron y 15 salieron de Hong Kong ayer lunes, uno de los días de menos tránsito en el aeródromo desde el inicio de la pandemia. Hace exactamente un mes, las llegadas fueron 50 y las salidas, 61, unas cifras impensables antes de la crisis sanitaria, cuanto el aeropuerto internacional de Hong Kong operaba unos 1.100 vuelos diarios.

«Antes de la covid, el de Hong Kong era probablemente el aeropuerto más eficiente que conocía, y eso que he viajado mucho. Estaba lleno de vida, pero ahora es un pueblo fantasma», lamenta en declaraciones a Efe un expatriado británico que regresó ayer a la ciudad.

Para este viajero, «estar de vuelta de repente en un lugar que todavía habla de ‘covid cero’ es, sinceramente, muy frustrante», señala en referencia a las duras restricciones que aplica la excolonia en línea con la política adoptada por Pekín.

Aunque el Gobierno local levantó el pasado 1 de abril la restricción de vuelos procedentes de nueve países que llevaba meses vigente, la situación no ha mejorado, ya que los viajeros que llegan siguen obligados a hacer cuarentena, a lo que se suman severos requisitos para las aerolíneas y continuas cancelaciones.

Con este panorama, no son muchas las compañías que se aventuran a reanudar los vuelos con Hong Kong, y las que lo hacen necesitan tiempo para planear sus operaciones tras meses de parón.

Entre el 1 y el 12 de abril, diez rutas de ocho compañías entre las que figuraban Cathay Pacific, Japan Airlines y Emirates estuvieron suspendidas una semana debido a una normativa que establece que una ruta puede ser cancelada si un solo pasajero no cumple todos los requisitos de entrada o tres viajeros resultan positivos a la covid-19.

Estas normas, junto con las cuarentenas impuestas a las tripulaciones de los aviones, han hecho tirar la toalla a varias compañías: Virgin Atlantic suspendió sus vuelos en diciembre pasado y no los reanudará hasta el próximo septiembre, mientras British Airways no volará a Hong Kong al menos hasta finales de mayo.

El aeropuerto de Hong Kong, que emplea a 78.000 personas y ha recibido numerosos galardones, aporta alrededor del 5 % del producto interior bruto (PIB) hongkonés y hasta que comenzó la pandemia era uno de los cinco aeropuertos mundiales más transitados.

En 2019 pasaron por él 71,5 millones de pasajeros y 419.730 vuelos; en 2020, las cifras se redujeron a 8,8 millones de pasajeros y 160.655 vuelos, un 87 y 62 %, respectivamente.

Las cifras de 2021 son aún más bajas, con 1,4 millones de viajeros y 144.815 vuelos, un panorama que ha llevado a expertos del sector a manifestar su inquietud.

El director general de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA por sus siglas en inglés), Willie Walsh, afirmó en una conferencia de prensa la semana pasada que Hong Kong está en este momento «básicamente fuera del mapa» y aún tardará en ponerse al día frente a la reactivación que ya ha comenzado en buena parte del mundo.

Mientras, Law Cheung-kwok, del Centro de Investigación y Política Aeronáutica de la Universidad China de Hong Kong, consideró en declaraciones a Efe que las manifestaciones de Walsh son «lógicas» pero la situación es solo temporal.

«El aeropuerto de Hong Kong ha desaparecido sin duda del mapa de la aviación internacional, pero la ‘covid cero’ es una política transitoria. Eventualmente necesitamos convivir con el virus», sostiene.

Para el experto, a la excolonia recuperarse le llevará de dos a tres años recuperarse.

«En 2019, la mitad de los 70 millones de pasajeros que llegaron lo hicieron en tránsito y la otra mitad tenía Hong Kong como destino. Mientras la ciudad pueda mantener su estatus de centro financiero internacional, y creo que podrá, siempre habrá viajeros que le permitan mantener al aeropuerto su vitalidad», opinó.

Sin embargo, precisó que la fuerte competencia de aeropuertos cercanos en la China continental también puede afectar al de Hong Kong a la hora de recuperar su privilegiada posición anterior.

Así, aunque el aeródromo hongkonés acaba de construir una tercera pista que comenzará a operar este año, el internacional de Shenzhen también está construyendo una tercera pista, mientras el de Guangzhou (Baiyun) planea una quinta.

«El estatus del aeropuerto de Hong Kong declinará con toda seguridad. Pero el pastel es grande y todavía es posible obtener altos beneficios», concluyó.

Shirley Lau

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