PETROLEO Y MONEDA: Lo que dice la factura petrolera de la economía y viceversa….

Por Henri Hebrard

Los ingenieros mecánicos evalúan el desempeño de nuestro vehículo automotriz, cada vez más sofisticado, descifrando informes estadísticos detallados, cada vez más complejos, producidos por computadoras, cada vez más costosas. Del mismo modo, nuestro médico de cabecera, antes de librar cualquier diagnóstico definitivo, se apoya en la lectura de pruebas de laboratorios, cada vez más precisas en sus indicaciones.

Pues bien, resulta muy parecido el análisis de la economía dominicana, apelando a las numerosas estadísticas sobre el mercado de los combustibles, tanto desde el punto de vista de las importaciones como del consumo.

En un primer lugar: la evolución de la factura petrolera de la República Dominicana brinda luces muy claras de cuál ha sido el comportamiento de la economía dominicana en los años recientes. De acuerdo a los últimos datos que acaba de publicar el Banco Central de la República Dominicana (BCRD), el costo de las importaciones de petróleo y sus derivados cerró el año 2024 en US$4,741.1 millones, equivalente a una muy sensible disminución de un 6.0% en comparación con el valor de US$5,041.4 millones para el año 2023, un alivio de unos US$300 millones que ha contribuido de manera evidente en la reducción del déficit en la Balanza Comercial de Bienes y Servicios (BCBS), la cual cerró de todos modos con un déficit de US$7,314.8 millones. Esta disminución en la factura petrolera es principalmente el producto de la reducción de un 4.3% en el precio promedio de la canasta de hidrocarburos importados, que pasó de US$68.78/barril (2023) a US$65.80/barril (2024); es interesante señalar que, en el mismo período, el precio promedio del petróleo en el mercado internacional (referencia West Texas Intermediate o WTI) prácticamente se mantuvo sin variaciones al pasar de US$77.60/barril (2023) a US$77.56/barril (2024), lo cual parece indicar que el mix de productos importados sigue mejorando al crecer la participación de combustibles más económicos tales como el Gas Natural, impacto positivo de la diversificación de la matriz de generación eléctrica.

En otras palabras, una vez aislado el efecto favorable por el precio, se puede determinar cual ha sido la variación en el volumen, derivándose de los valores presentados por el BCRD que, prácticamente, el consumo de hidrocarburos se ha mantenido relativamente constante desde finales de 2022, entre 72 y 73 millones de barriles anuales; de hecho, a pesar de que el Producto Interno Bruto (PIB) haya crecido en un 5.0% en 2024, el volumen importado sufrió una muy ligera contracción (-1.7%) al pasar de 73.30 millones de barriles (2023) a 72.05 millones de barriles (2024) como se puede apreciar en la tabla a continuación.

Este leve retroceso se pudiese explicar por dos factores: i) el crecimiento económico en República Dominicana se va haciendo cada año más eficiente (crece la demanda de combustibles por debajo del crecimiento relativo del PIB), fenómeno observable en la mayoría de los países,; y ii) en el caso más específico de la República Dominicana, la cada vez más importante participación de las Energías Renovables No Convencionales (ERNC) en la generación eléctrica, ha reducido considerablemente el consumo de Fuel Oil; de hecho, de acuerdo con los datos publicados por el Ministerio de Energía y Minas (MEM) en cuanto a generación eléctrica (https://mem.gob.do/category/sector-electrico/boletin-de- generacion-y-gestion-de-energia/ ), en 2023, se habían generado 2,641 GWh en base a Fuel Oil, equivalente a un 12.1% del total de 21,749 GWh generados en este año, mientras en 2024 esta participación del Fuel Oil había caído a apenas 10.8%. o sea 2,491 GWh de un total de 23,056 GWh generados en 2024; interesante observar que generación de electricidad creció en un 6.0%, por encima del crecimiento del PIB (+5.0%), evidencia adicional del proceso de electrificación de la economía, en línea con el mayor grado de sofisticación de la economía dominicana (ver gráfica adjunta).

En resumidas cuentas, se puede apreciar que, por cada dólar que disminuye el precio promedio del barril de hidrocarburo importado, la República Dominicana, o mejor dicho cada uno de nosotros al final de la jornada, se ahorra unos US$72 millones, los cuales equivalen a unos RD$4,500 millones anuales por un pobre dolarcito en el precio promedio. Es muy buena noticia observar que el Presupuesto 2025 se ha confeccionado sobre la base de un precio promedio del petróleo WTI de US$81.30, y que por lo que va del año 2025, el precio promedio de los meses de enero y febrero fue de US$74.99 y US$71.47 respectivamente, y que se proyecta por debajo de US$70.00 en marzo. El último informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) del mes de enero 2025 proyectaba un valor promedio de US$69.76 para el año 2025, o sea unos US$11.50 por debajo de la proyección

del Presupuesto 2025, por lo que se pudiese proyectar un ahorro anualizado potencial de unos US$828 millones que, a la tasa promedio de RD$63.11/US$ (ref: presupuesto 2025) equivaldría a unos RD$52,255 millones de ahorros para la economía dominicana, un impacto muy, pero muy significativo a nivel de los hogares, ya que se proyecta unos 3.6 millones de hogares en República Dominicana, por lo que, el ahorro promedio anualizado a nivel de cada hogar estaría en torno a RD$14,515.

El presidente Abinader ha reiterado el pasado 27 de febrero su visión de que se podrá volver a duplicar el tamaño de la economía dominicana en los próximos 10 a 12 años; es una meta ambiciosa, pero también es una meta necesaria para obligarnos a retomar la agenda de transformación de las reformas pendientes. No será posible alcanzar esta meta sin un crecimiento significativo de la disponibilidad de energía, y una transformación de la matriz energética aún más profundo, no solamente para la generación de electricidad (donde mucho ya se habrá logrado), sino también ahora para el sector transporte (donde todo queda por hacer). Duplicar el PIB del país, aumentando apenas a la mitad la demanda de combustibles, plantearía tener que importar el equivalente a cerca de 108 millones de barriles, lo que a los precios de US$70/barril llevaría la factura petrolera a unos US$7,560 millones dentro de unos 10 a 12 años, por lo que muchos retos quedan por enfrentar. En estos momentos de planificación de un futuro radiante para la economía dominicana, es urgente formular primero las buenas preguntas, para luego ir a buscar las mejores respuestas.

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