Política migratoria militarizada deportaciones

Melvin Matthews

La designación en la Dirección General de Migración del vicealmirante Luis Rafael Lee Ballester, un respetado oficial de carrera de la Armada, y la deportación masiva de indocumentados anunciada por el Consejo de Seguridad y Defensa Nacional, significan que el presidente Luis Abinader decidió entregar a las Fuerzas Armadas el manejo absoluto de la cuestión fronteriza y militarizar la política migratoria.

Hace rato que un militar de alto rango no era designado en la poderosa DGM, habría que hurgar en los archivos para obtener el dato, pero en lo que todos debemos estar contestes es que los civiles designados ahí en las últimas décadas han fracasado debido a la naturaleza de seguridad nacional, defensa y de política exterior que caracteriza la inmigración de República Dominicana, dada la condición de Estado que comparte una isla con otro Estado.

Sacar del territorio nacional hasta 10,000 haitianos y otros ilegales cada semana, o sea, casi 40,000 mensuales y alrededor de medio millón al año, implica serias prevenciones de política internacional, consideraciones de derechos humanos y el montaje de una logística que únicamente las Fuerzas Armadas tienen la capacidad de cumplir metódica y disciplinadamente bajo la orden de su Comandante en Jefe.

Se trata de un ambicioso plan nacionalista, sin precedentes en la historia moderna, el cual requiere moralidad y eficiencia, que pretende dar al traste con la supernumeraria población de inmigrantes haitianos que habitan hacinados en tugurios macilentos situados prácticamente por toda la geografía nacional, en detrimento del derecho al bienestar del pueblo dominicano y hasta de aquellos extranjeros inmigrantes autorizados a residir legalmente en nuestro lar nativo.

“El Gobierno reafirma su compromiso de proteger la soberanía nacional y abordar los desafíos migratorios con una política que combine la seguridad con el respeto a los derechos humanos, en coordinación con la comunidad internacional y con un enfoque de cooperación regional”, dijo el portavoz del Gobierno, Homero Figueroa, al hacer el anuncio del operativo en presencia del mandatario y la cúpula militar en el Palacio Nacional.

¿Cuáles son los peligros que encara la masiva deportación? Los potenciales deportados, no será tarea fácil detenerles, transportarles y dejarles allende la frontera, a merced de la debilitada autoridad haitiana que nada harán para facilitar que los deportados permanezcan en su patria debido a la situación de inestabilidad interna y que las remesas representan un ingreso destacado de su exiguo presupuesto, amén de la comunidad internacional que azuza la confrontación Haití-RD.

En conclusión, el gobierno dominicano tiene todo el derecho a ejercer plenamente la soberanía nacional deportando indocumentados; militarizar la política migratoria es una decisión de alta seguridad y defensa que resguarda el interés nacional.

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