Rusia reúne a sus aliados chino y norcoreano, mientras Ucrania avanza en el sur
Moscú, 15 agosto .- Rusia reunió hoy a sus aliados chino, norcoreano y bielorruso en Moscú para estrechar lazos militares como contrapeso a Occidente, mientras Ucrania asegura estar venciendo la resistencia rusa en el sur.
“Rusia tiene la intención de incrementar la interacción multilateral tanto con nuestros socios tradicionales como con todos los que abogan por la creación de centros de poder independientes en el mundo multipolar”, afirmó el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, durante la XI Conferencia de Seguridad Internacional de Moscú.
Al evento asistieron alrededor de 800 delegados de 76 países incluyendo China, India, Sudáfrica, Turquía y Corea del Norte, que siguen manteniendo buenas relaciones con el Kremlin pese a la guerra.
Rusia y sus aliados: Frente común ante occidente
China, que ha presentado una iniciativa de paz para el arreglo en Ucrania, también estuvo entre quienes acudieron a darle un espaldarazo a Rusia.
El ministro de Defensa chino, Li Shangfu, destacó durante su intervención las relaciones estratégicas con Moscú, al señalar que la cooperación militar entre ambos países es “un ejemplo de no alineación y no confrontación”.
Aseveró además que Pekín “continuará fortaleciendo” los lazos con los países de la Organización de Cooperación de Shanghái (OSC), integrada por Rusia, China, Irán, Kazajistán, Tayikistán, Kirguistán, Uzbekistán, India y Pakistán.
Y destacó en particular la cooperación con Bielorrusia, país al que viajará tras participar en la presente conferencia.
Su homólogo bielorruso, Víctor Jrenin, aprovechó esta tribuna para alertar de que “Occidente se prepara intensamente desde el punto de vista militar” por lo que “se torna evidente la posibilidad futura de un enfrentamiento militar directo con la OTAN”.
“No es casual por ello que Bielorrusia vea el retorno de las armas nucleares tácticas a su territorio como un factor eficaz de disuasión estratégica”, argumentó.
Por su parte, el titular de Defensa norcoreano, Kang Sun-nam, acusó a Washington de poner a la península coreana al borde de una guerra nuclear.
“La cuestión no es cuándo empezará una guerra nuclear en la península de Corea, sino quién, cómo y cuándo la empezará”, dijo.
Puentes a América latina
Al evento también asistieron representantes latinoamericanos de países como Cuba, Venezuela y Nicaragua, a los cuales Shoigú agradeció “el apoyo a la operación especial militar (en Ucrania) desde el principio”.
El ministro ruso les ofreció compartir las experiencias rusas “de acciones bélicas en condiciones de guerra moderna de gran intensidad”, y llamó a los delegados de Brasil, Bolivia, Perú, México y Argentina a profundizar los contactos militares con Moscú.
“Es preciso intensificar las consultas y el intercambio (…) en el contexto de las nuevas presiones por parte de EEUU y sus aliados”, sostuvo el ministro de Defensa de Rusia.
Vinculó además la guerra en Ucrania a los anhelos emancipadores del tercer mundo, al considerar que “la victoria sobre los neofascistas ucranianos apoyados por Occidente se convertirá en un factor de resistencia al neocolonialismo actual”.
Ucrania avanza hacia la costa
Sin embargo, las noticias que llegan del frente no son buenas par Moscú, como es el caso de los recientes avances ucranianos en el sur, donde fuerzas del ejército de Ucrania ganaron terreno en las regiones de Donetsk y Zaporiyia, según informó la viceministra de Defensa de Ucrania, Hanna Maliar.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, visitó este martes la sureña Zaporiyia, donde combaten las unidades implicadas en la contraofensiva hacia Melitopol, después de visitar la víspera las trincheras en Donetsk.
El estadounidense Instituto de Estudios de la Guerra (ISW) constató hoy que las fuerzas rusas carecen en este sector del frente “de reservas operativas que les permitan realizar rotaciones o traer refuerzos adicionales”, por lo que “las líneas defensivas rusas pueden ser frágiles”.
El comandante del batallón ruso Vostok, Alexandr Jodakovski, que opera en esa zona reconoció hoy en Telegram la pérdida de Urozháinoye, aunque afirmó que las fuerzas ucranianas sufrieron graves pérdidas.
“Urozháinoye parecía una trituradora de carne, en la que entraban personas vivas y salía picadillo”, dijo.
De espaldas a esta realidad, Shoigú afirmó en Moscú que “pese a la amplia ayuda de Occidente, el Ejército ucraniano no logra resultados” y que “la capacidad militar de Ucrania está casi agotada”.