SFS: Avances, bloqueos y distorsiones

Por ARISMENDI DÍAZ SANTANA 

UNA REFORMA SIN UN DIAGNÓSTICO OBJETIVO. Lamentablemente estamos revisando una ley muy compleja, sin una evaluación oficial sobre sus avances, las reformas estructurales pendientes y las distorsiones en su aplicación. Esta ausencia ha dado pie a dos posiciones extremas: una que considera que el sistema está bien y que sólo requiere de algunos ajustes, y otra que señala que ha sido un fracaso y que es necesario volver al viejo modelo verticalizado, clientelista, excluyente y corrupto que encarnó el IDSS.

El impacto del SDSS en el campo de la salud y del bienestar familiar puede medirse desde dos grandes dimensiones: 1) en relación a los avances respecto al viejo Seguro Social; y 2) en relación a los logros obtenidos, versus los resultados prometidos y demandados por los dominicanos y las dominicanas.

En cuanto a la primera dimensión, las evidencias acusan un salto cualitativo y cuantitativo innegable. De un seguro individual de enfermedad excluyente, con el 7% de la población, a un seguro familiar de salud que cubre al 96%. De una cuota individual, a una cotización con cobertura familiar. De planes médicos unilaterales, excluyentes y no regulados, a un plan básico de salud igual para todos.

Pero, en cuanto a la segunda dimensión, crece la insatisfacción social debido a la poca inclusión de nuevos servicios, y a la baja calidad y oportunidad de la atención. Existen limitaciones, distorsiones y desigualdades que no se corresponden con el rápido crecimiento económico, ni con 20 años de vigencia de la Ley 87-01. 

AVANCES EN EL SEGURO FAMILIAR DE SALUD: 1) crecimiento sostenido de la población afiliada; 2) mayor igualdad de género; 3) incremento del gasto total en salud superando el 6.0% del PIB; 4) reducción del 62% al 42% del gasto de bolsillo de los hogares; 5) separación entre la provisión y la rectoría del sistema; 6) habilitación y supervisión de las Administradoras de Riesgos de Salud; 7) creación y funcionamiento del SENASA; 8) fortalecimiento de las Estancias Infantiles; y 9) entrega regular de los subsidios por enfermedad y maternidad, entre otros.

SFS: REFORMAS ESTRUCTURALES BLOQUEADAS: 1) ausencia de un verdadero Plan Básico de Salud; 2) retraso en la afiliación de los trabajadores autónomos; 3) posposición del FONAMAT; 4) una atención primaria en el limbo; 5) ausencia de una cápita diferenciada por edad y sexo; 6) sin cambios en la formación de los recursos humanos en salud; 7) sin contratación de las PSS mediante compromisos de gestión; 8) ausencia de módulos educativos en las escuelas; 9) no aplicación de los subsidios mensuales a las ONGs; y 10) estancamiento del equilibrio entre lo público y privado.

SFS: DISTORSIONES Y LIMITACIONES ESTRUCTURALES: 1) sin un seguro médico para los pensionados y jubilados; 2) aumento del gasto de bolsillo y del aporte real de los trabajadores del 30% al 54.1% del costo total del PDSS; 3) lenta evolución de la cápita del Subsidiado; 4) insuficiente inclusión de nuevos servicios; 5) persistencia de una alta mortalidad materna e infantil; 6) distorsión entre la cantidad de médicos y de enfermeras; 7) ausentismo laboral crónico; 8) desconsideración y deshumanización de la atención médica; 9) representación disfuncional de los afiliados en el CNSS; y 10) segmentación del SFS que erosiona la solidaridad social.

Las mayores insatisfacciones en salud provienen del bloqueo de las reformas y de las distorsiones mercantiles en la aplicación de la Ley 87-01. En consecuencia, además de las reformas, es necesario revisar todos los reglamentos, resoluciones y catálogos, para simplificar el libre acceso al derecho universal a la salud.

Fragmentos del libro DERECHO UNIVERSAL A LA SALUD, Financiamiento y Administración del Riesgo, de Arismendi Díaz Santana, publicado en AMAZON, marzo 2022, y pronto en el país

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