Suben a 2.400 los muertos y a 2.000 los heridos en el terremoto en el oeste de Afganistán
Kabul. 8 oct. -El número de víctimas por uno de los peores terremotos y sus consecutivas réplicas en la provincia de Herat, en el oeste de Afganistán, aumentó este domingo a más de 2.400 muertos y más de 2.000 heridos, mientras equipos y organizaciones humanitarias apuran las tareas de rescate de víctimas.
“Según nueva información, el número de muertos por el terremoto ha aumentado a más de 2.400 y los heridos a más de 2.000”, informó a EFE el portavoz del Ministerio de Gestión de Desastres, Mula Janan Sayeq.
El seísmo que tuvo lugar ayer golpeó en especial el distrito de Zindah Jan, en la provincia de Herat, epicentro de los terremotos, donde una docena de aldeas quedaron completamente arrasadas, según datos de las autoridades de los talibanes.
Imágenes de la tragedia muestran aldeas en ruinas, a los propios habitantes de las zonas devastadas levantando a mano, sin ningún tipo de maquinaria, los escombros de sus casas, con la esperanzan de encontrar a los cuerpos de sus familias.
El tercer terremoto más mortífero desde 1998 en Afganistán
Este es el tercer terremoto más mortífero desde 1998 en Afganistán y la peor catástrofe que han tenido que afrontar los talibanes desde que tomaron el control de Afganistán en agosto de 2021, sin acceso al sistema financiero y las reservas internacionales.
El Gobierno de los talibanes apeló a organizaciones benéficas, empresarios y ciudadanía “adinerada” de Afganistán para brinden asistencia a los afectados.
Instituciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS) o la Sociedad de la Media Luna Roja Afgana (ARCS) se encuentran sobre el terreno agilizando las tareas de rescate, atendiendo a las víctimas y desplazando a los habitantes a zonas más seguras.
Afganistán sintió en la jornada de ayer al menos siete temblores. El primero y el cuarto, los de mayor magnitud, fueron de 6,3 grados y se produjeron en el distrito de Zindah Jan, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, en inglés).
Se trata de uno de los peores seísmos registrados en el país en las últimas décadas.
Unas 4.200 personas afectadas por los terremotos
Se estima que unas 4.200 personas, incluidas 600 familias, se han visto afectadas y 400 casas quedaron destruidas a causa del terremoto, con la aldea de Mahal Wadakah como la más afectada, según un informe de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
El documento cifró en 2.100 el número de personas que han sido desplazadas a ciudad de Herat, y capital de la provincia homónima, “donde viven en edificios abandonados”, de acuerdo con la OCHA.
El terremoto dejó además más de 600 heridos, según la cifra proporcionada anteriormente por el portavoz del Ministerio de Gestión de Desastres, Mula Jan Sayeq.
Al menos siete terremotos en Afganistán
Afganistán sintió en esta jornada al menos siete temblores. El primero de todos, el de mayor magnitud, ocurrió a las 12.11 (+5.30 GMT) a 14 kilómetros de profundidad y a 33 kilómetros de la ciudad de Zindah Jan, ubicada en la provincia de Herat, según el USGS.
Le siguieron cuatro réplicas consecutivas de 5,5; 4,7; 6,3; y 5,9 respectivamente en un lapso de una hora.
El cuarto seísmo, también de magnitud 6,3, se registró a unos diez kilómetros de profundidad y a unos 29 kilómetros de Zindah Jan.
Más tarde, el servicio de sismología estadounidense sintió otros dos temblores casi una hora después en la provincia de Herat de magnitudes 4,8 y 4,9, respectivamente.
Zona propensa a desastres naturales
El país asiático se encuentran entre los países más propensos a desastres naturales, al estar situado en la cadena montañosa del Hindu Kush, un punto de gran actividad sísmica y habitual punto de origen de movimientos telúricos en la región.
Además, Afganistán cuenta con una población muy vulnerable, mayormente pobre, además de carecer de infraestructura suficiente para hacer frente a desastres como inundaciones o terremotos.
A finales de junio del año pasado un terremoto similar de magnitud 5,9 en las provincias afganas orientales de Paktika y Khost, fronterizas con Pakistán, provocó la muerte de más de mil personas y unos 1.500 heridos, así como la destrucción de cientos de viviendas.