Una alcancía de marranito, la apuesta artística de la colombiana Mayra Mateus

Miami, 24 nov (EFE).- A partir de la popular alcancía de marranito, la colombiana Mayra Mateus incursionó en el mundo del arte en Miami para inculcar que los sueños valen más que el dinero y que la depresión que acompaña a muchos inmigrantes se puede combatir, según dice a Efe.

«Decidí crear un ‘piggy bank’, es una alcancía para representar mi filosofía de que los sueños tienen más valor que el dinero. Mi idea es tener un arte con propósito, un arte donde pueda llevar un mensaje», explica.

Conocida profesionalmente como Mateus Art, la artista de 26 años presentará el próximo miércoles la nueva colección «Guess who?» en uno de los eventos previos a Art Basel, la feria del arte que se realizará la primera semana de diciembre en Miami Beach.

Se trata de una serie de pinturas en la que recreó el famoso juego con sus propios personajes «agregándoles el toque piggy», ya sea el hocico o las orejas del cerdo.

AHORRAR, MEJOR QUE GASTAR

Para esta exposición, compuesta por once pinturas que realizó en tres meses, le puso el hocico a Frida Kahlo, Los Beatles, Kobe Bryant, Marilyn Monroe, Garfield y Bart Simpson, entre otras figuras icónicas.

«Creé mi propio personaje (…) con el fin de que la gente se sienta conectada y que yo pueda inspirarlos de cierta forma con mi historia», asegura.

Mateus destaca el «reto de agregarle la nariz sin que se vea feo» el personaje.

Su colorido arte busca a través de la «ironía» exponer que ahorrar el dinero es mejor que gastarlo y que además no tiene tanto valor como lo tienen los sueños.

Describe su propuesta artística como «cyber-pop», una combinación de dos movimientos muy populares en Miami, siempre con el sello del marranito y la consigna de «salvando sueños».

«Si tienes metas en tu vida y sueños, puedes hacer lo que quieras», expresa Mayra, nacida en Cali, una ciudad del suroeste de Colombia.

Relata que a los 16 años llegó a Miami para reencontrarse con su madre que había llegado antes a Estados Unidos y vivió con ella compartiendo una habitación y lidiando con tres trabajos a la vez: en una tienda por departamentos, una panadería y una pizzería.

En este último negocio, donde era cajera, le pidieron pintar el menú en la pared, el cual tuvo una gran acogida en esa pizzería y en otras que empezaron a llamarla.

Recuerda que, sin darse cuenta, el arte comenzó a salvarla en momentos en los que no sabía qué hacer, qué estudiar ni mucho menos cómo solventar una carrera universitaria.

«Nunca me imaginé que haciendo los menús de una pizzería me iba a volver artista (…) y decidí estudiar arte a raíz de eso», relata.

La artista se muestra orgullosa de sus colecciones anteriores: «I’m Fine», un «piggy bank» llorando, y «True Love», que refleja un amor verdadero despojado del dinero.

«Está bien sentirnos mal, no es ya un mito estar en depresión, es completamente normal y la importancia de comunicarlo», señala sobre «I’m Fine».

«Muchos de nosotros tendemos a decir que estamos bien cuando en realidad no lo estamos», dice.

Subraya que la depresión es real y como sociedad debemos «reconocerlo y dejar de ignorar el dolor».

La joven artista dijo que espera a motivar a los demás con su experiencia de vida.

El pasado 10 de noviembre, Mateus visitó a adolescentes de un centro de recuperación para impartirles una clase de arte, pero especialmente para contarles sus historia. «Me sentí muy conectada con ellos y ellos conmigo», señala la artista.

MARCAS CON EL SELLO PIGGY

Al igual que muchos artistas jóvenes, Mayra lanzó su marca en Instagram, donde rápidamente logró gran acogida, incluso de marcas como Puma, Hugo Boss y Footlocker que le hicieron encargos para sus productos.

La colombiana expresa su arte del marranito en pinturas y esculturas y varios murales en la Pequeña Habana y el vibrante Wynwood, un barrio conocido por sus murales de arte pop, como también en vestimentas, zapatillas deportivas personalizadas, tazas y almohadas.

Para sus obras suele empezar pintando con aerosol el fondo blanco, luego dibuja los cerdos en la parte superior y agrega colores acrílicos para terminar «con finos detalles, dejando que se desarrolle el mágico proceso de creación», explica.

Mateus dice que «admira y halaga» a los artistas que hallan una fórmula y la repiten, como el pintor neo pop brasileño Romero Britto, al considerar que encuentran su propia identidad.

«Lo veo súper positivo, siento que es un paso muy difícil encontrar su propia identidad artísticamente», dijo la colombiana, al señalar que tardó casi tres años en identificar su estilo y «el piggy bank» como su propuesta.

«Eso diferencia a un artista y a un pintor, un pintor puede pintar lo que sea, un artista agarra su propia identidad y para mí eso no tiene precio», expresa.

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