Vacíos de la comunicación oficial

Miguel Guerrero

A pesar de la frecuencia inusual de las comparecencias públicas del presidente Luis Abinader, existe la firme impresión de que asuntos del mayor interés para el país no son tratados con la transparencia de la que se ufana el mandatario. Por ejemplo, los temas relacionados con la situación bilateral con Haití, muy especialmente los relacionados con la situación fronteriza y el río Masacre o Dajabón, que nace en Loma de Cabrera, y en su recorrido de 55 kilómetros, apenas baña 500 metros en el territorio vecino, para terminar desembocando en la costa dominicana del océano Atlántico.

Ese hermetismo oficial, impropio de tan exuberante ejercicio mediático presidencial, no ayuda al Gobierno. Propicia dudas y estimula la especulación. Crea verdades irreales que cobran fuerza en el imaginario popular sobre vicios de ocultamientos relacionados con supuestos acuerdos contrarios a la esencia nacional y al más alto interés público.

En ese ambiente de gris tonalidad y transparencia, se alimentan las especulaciones y la inventiva popular se expande y crece llenando espacios vacíos, desprovistos de aclaraciones e informaciones oficiales. El largo rosario de cuentas por llenar de la oratoria oficial sólo crea confusión y resta endoso a las acciones dirigidas a llenar las expectativas que la situación genera en el pueblo. Además, la falta precisa de información fomenta la incredulidad y le resta respaldo a la acción del Gobierno.

Por meses se ha hablado de la intención de crear campamentos de refugiados, bajo presión de la comunidad internacional, y las referencias negativas sobre esos supuestos planes, lejos de aplacar las inquietudes las elevan por la insistencia de mantener una iniciativa legal que daría a los ilegales que escapen de la violencia haitiana el carácter y condición de refugiados, con una enorme carga para el Estado. El contenido de su comunicación no ayuda al presidente.

El Caribe

Comentarios
Difundelo
Permitir Notificaciones OK No gracias