Victoria del rechazo
Marisol Vicens Bello
Independientemente de lo que pueda ser el resultado del conteo final de los votos en las elecciones de medio término en los Estados Unidos de América, y de que contrario a lo que la mayoría esperaba los demócratas cuentan con la mayoría para retener el Senado y, aunque los republicanos están arriba en la Cámara de Representantes o de Diputados, la diferencia no es mayúscula; la lectura de los resultados es que ha habido un rechazo a Trump, a sus más fieles candidatos, y a su discurso negacionista.
Y no se trata solo de que este y sus candidatos tuvieron un fracaso en estas elecciones respecto de sus contendores demócratas, sino de que estos recibieron el rechazo de una parte del electorado republicano que marcó distancia de sus posiciones extremistas e irrespetuosas del estado de derecho, y de aquellos que no cedieron ante sus presiones para que asumieran posturas antidemocráticas y rechazar los resultados de las elecciones de noviembre de 2020.
El ejemplo más contundente de esto es el de Arizona, estado que era un sólido bastión republicano y en el que se ha anunciado que los demócratas tuvieron una victoria clave que hará que Katie Hobbs sea la gobernadora, venciendo a la candidata trumpista Kari Lake, expresentadora de Fox News, que fue de las voces que negaron el triunfo de Joe Biden en 2020; quien sustituirá a Doug Doucey, republicano que ya no podía ser reelegido, quien por no haberse sumado a la negación de Trump del resultado electoral de 2020, y haber firmado los documentos que avalaban la apretada victoria de Biden en dicho estado, fue considerado traidor.
Igualmente, el hecho de que Mark Kelly derrotara al candidato trumpista Blake Masters confirmó el rechazo de los votantes a sus candidatos y a su discurso extremista. Esta victoria en Arizona representa una doble derrota, pues no solo perdieron los candidatos de Trump ante los demócratas, lo cual confirma que la anterior victoria en ese estado otrora dominado por los republicanos era real, sino que se demostró que los votos de los simpatizantes del extinto senador McCain eran influyentes.
Estos resultados son un termómetro que ha medido lo que realmente es más importante para los norteamericanos, pues en una sociedad tan capitalista en la que tradicionalmente lo económico juega un rol preponderante en la decisión de los votantes, a pesar de la crisis económica, de la inflación, y de que generalmente las elecciones de medio término son una prueba de fuego para el partido en el gobierno, sobre todo si se está en medio de tiempos difíciles y la popularidad del presidente de turno está en baja, el que contrario a lo esperado los resultados sean a la fecha la victoria en el Senado del Partido Demócrata, y que la diferencia en cuanto a la Cámara de Representantes no sea tan grande, la que se proyecta ganarán los republicanos aunque aún no se hayan definido los resultados, lo que reduciría su poder de veto de iniciativas, evidencia que para los votantes el respeto a la democracia, a la ley y a sus derechos está por encima de todo.
Otra cosa que ha quedado demostrada es que en estos tiempos es difícil predecir resultados, como casi todas las elecciones de los últimos años han demostrado, y aunque múltiples factores inciden en esto, sin duda algunos de ellos son que la gente es más cambiante, y está más informada de todo lo que ocurre, lo que surte efecto en sus posiciones.
El fracaso de los que niegan todo, incluyendo las instituciones y el estado de derecho y están dispuestos a sentar su liderazgo sobre una enorme roca de mentiras y a dividir las sociedades con ideas autoritarias, misóginas y excluyentes, importa más que los escaños que pueda haber ganado un partido, o la mayoría que podrá tener un gobierno. Por eso el rechazo en estas elecciones de medio término a Trump y sus candidatos que respaldaron el asalto al Capitolio y que atentaron contra las reglas de la democracia en un país que presumía de estas y que era referente para muchos, es una victoria que debemos celebrar los que creemos en la democracia, a la vez que un importante mensaje de que todavía en ese país sigue existiendo una profunda convicción de respeto al imperio de la ley.