Un poquito para atrás, por favor
Cuando mi hijo menor, Juan Gabriel, regresó, en el 200l, de la misión policial dominicana que integró las fuerzas de Naciones Unidas en Kosovo, regresó más antihaitiano que su abuelo Julio, que es mucho decir. Papá, como buen santanista, era antihaitiano, aunque no pro-anexionista.
Las fuerzas de los países militarmente poderosos impusieron otro ritmo a la guerra entre kosovares y albaneses. Kosovo es un territorio de la antigua Yugoeslavia, ocupado pacíficamente por musulmanes que, debido a la generosidad del vientre de sus mujeres convirtió la población, en pocas décadas, en la mayoría necesaria para ganar elecciones con su sola etnia.
La gesta homérica relatada en La Ilíada dice que los teucros fueron víctimas de su inocencia, de su dejar hacer porque ¿En qué beneficiaba a Troya permitir la entrada a la ciudad del regalo de un caballo de madera, tan espacioso, que cabía un grupo de soldados especializados en pelear en la punta del combate?
Ese caso, que ya forma parte de las leyendas de la sabiduría y marrullería de los soldados para obtener ganancia en el combate, se ha repetido cada vez que una de las partes se convierte en tan vulnerable que el otro, el enemigo, hace prácticamente o que le viene en ganas.
Todos sabemos que nos engatusan en nombre del amor, de la igualdad, del dejar hacer, de la hermandad, del toma el embudo por la parte angosta y déjame la parte amplia para que haya equilibrio y justicia, mientras mis planes continúan exitosamente.
Sin el aguaje de dejar creer que la invasión del día D se realizaría mucho más al norte, la invasión por Normandía no habría tenido el éxito que obtuvo, pese al alto costo de vidas de los soldados aliados.
Todos sabemos que el fin último del enamorado no es convertirse en maquillista y por eso elogia los ojos de la bella, tampoco quiere la enamorada para competencias de paso fino cuando elogia el garbo de su pasar. Detrás de los piropos se oculta de manera más o menos discreta la verdadera intención del enamorado.
Estados Unidos, Francia y la Unión Europea nos enamoran para que aceptemos que la Patria de nuestros amores y nuestras preocupaciones, sea cedida y que Haití logre su sueño de la isla única e indivisible.
¿Qué ocurriría si un día llega la orden de que los vendedores de frutas en las calles las envenenen mientras hordas de haitianos rodean e intentan o toman cuarteles, fortalezas?
El mapa dominicano tiene cada vez más haitianos en la ganadería, en la agricultura, en la construcción, en el turismo, en los deportes.
Esa confrontación viene mientras, Chu y Luis desaman a los dominicanos.
Todos sabemos que nos engatusan en nombre del amor y de la igualdad
Francia, EU y la UE nos enamoran para que aceptemos que Haití logre su sueño
Cada vez hay más haitianos en la agricultura, turismo, en la construcción…